Pedro Castillo, presidente electo en la segunda vuelta que se llevó a cabo el 6 de junio, asumirá el cargo a la cabeza del Gobierno el 28 de julio en el Congreso de la República, en una ceremonia que se ha llevado a cabo en reiteradas ocasiones en los últimos años, debido al poco tiempo que han permanecido los jefes de Estado en el cargo.
Desde el 28 de julio del 2016 y en el transcurso de los cinco años que constitucionalmente dura un mandato presidencial, han jurado al cargo que asumirá Castillo Terrones cuatro personas diferentes, todas ellas con el objetivo de llegar al 2021 y concluir su mandato.
Sin embargo, diversas acciones desde el Congreso, que también fue renovado tras su disolución en el 2019, generaron cambios en el máximo puesto dentro del Ejecutivo, lo que llevó a que se realicen no solo una, sino cuatro juramentaciones de mandatarios.
Tras las elecciones generales del 2016, Pedro Pablo Kuczynski (PPK) se alzó como ganador ante Keiko Fujimori (Fuerza Popular) y, por ende, le tocó jurar al cargo de presidente de la República ante un Congreso ocupado mayoritariamente por la oposición: 73 de 130 legisladores eran fujimoristas.
Cuando el mandatario hasta ese momento electo ingresó a la sede del Poder Legislativo aquel 28 de julio del 2016, llamó la atención que ningún miembro de la bancada de Fuerza Popular aplaudió, como el resto del hemiciclo y visitantes.
Cuando PPK estaba saludando a los presidentes de otros países, comenzaron a sonar en respuesta al silencio del fujimorismo arengas en la forma de “sube sube PPK”, frase que fue usada durante la campaña presidencial de Kuczynski. Los congresistas opositores no se quedaron callados y respondieron con gritos de “Fuerza Popular” a tal punto que la presidenta del Poder Legislativo, Luz Salgado, también fujimorista, tuvo que pedir silencio.
“Invoco al ilustre público que nos acompaña a abstenerse de manifestaciones que afecten el normal desarrollo de esta sesión solemne. Voy a poner orden y aplicar el reglamento. Les agradezco”, señaló Salgado en dos oportunidades para exigir silencio.
PPK, luego de jurar al cargo y dar su primer mensaje a la Nación, en el que pidió apoyo de todas las fuerzas políticas, se retiró del Congreso. Similar a su ingreso, Fuerza Popular no aplaudió en ningún momento.
Entre diciembre del 2017 y marzo del 2018, la oposición fujimorista con apoyo de otras bancadas promovieron dos mociones de vacancia por incapacidad moral contra Pedro Pablo Kuczynski. La primera fracasó pocos días antes de la Navidad del 2017 y del indulto humanitario que el presidente le otorgó a Alberto Fujimori el mismo 24 de diciembre.
Sin embargo, una segunda moción que tenía más posibilidades de éxito tras la difusión de los videos y audios grabados por el fallecido parlamentario de Fuerza Popular Moisés Mamani, llevó a PPK a presentar su renuncia al cargo, con su respectivo anuncio de sucesión constitucional del cargo.
Esto marcó una diferencia respecto a su anuncio en diciembre del 2017, cuando señaló que si era vacado toda la plancha de vicepresidentes dejaría el cargo con él. Esto significó que Martín Vizcarra, como primer vicepresidente, asumiría el puesto que dejaba PPK.
El 23 de marzo del 2018, tras llegar desde Canadá donde cumplía la labor de embajador, Vizcarra Cornejo juró al cargo en una ceremonia donde no hubo mensaje a la Nación. Recibió la banda presidencial del entonces presidente del Parlamento, Luis Galarreta, esta vez sí con los aplausos de todas las bancadas, incluyendo Fuerza Popular.
La crisis política y las tensiones ente el gobierno de Martín Vizcarra y el Congreso se mantuvieron por dos años. En setiembre del 2019, el presidente disolvió el Legislativo luego de que rechazaran la cuestión de confianza planteada por su entonces primer ministro, Salvador del Solar, para transparentar el proceso de elección de magistrados del Tribunal Constitucional.
El nuevo Parlamento asumió funciones en el 2020 y eligió como presidente de la Mesa Directiva a Manuel Merino de Lama, congresista por Tumbes de Acción Popular. Las fricciones continuaron hasta el 9 de noviembre, cuando en medio de la pandemia del coronavirus (COVID-19) el Congreso aprobó declarar la vacancia por incapacidad moral contra Martín Vizcarra.
Merino de Lama, el mismo 9 de noviembre y minutos después de haber declarado la vacancia presidencial, convocó a la sesión solemne que se llevaría a cabo dos días después para su propia juramentación como presidente.
Luis Valdez, entonces primer vicepresidente del Congreso, quedó a la cabeza de este poder del Estado y fue el encargado de entregar la banda presidencial a Manuel Merino, luego de pedir que se lea el artículo 115 de la Constitución que señala que, como no hay vicepresidentes (Martín Vizcarra había sido vacado y Mercede Araoz había renunciado como segunda vicepresidenta), le corresponde al titular del Parlamento asumir la conducción del Estado.
Manuel Merino permaneció en el cargo de presidente solo seis días. Renunció al cargo luego de varios días de protestas en contra de su asunción como mandatario, las cuales dejaron dos fallecidos: Inti Sotelo y Brian Pintando, a consecuencia de impactos de perdigones en el Cercado de Lima en medio de enfrentamientos con la policía.
Junto a Merino de Lama, presentaron su renuncia el resto de integrantes de la Mesa Directiva del Congreso que había quedado con Luis Valdez a la cabeza. Esto llevó a que se lleven a cabo elecciones que terminaron con un consenso: Francisco Sagasti del Partido Morado sería presidente del Congreso y, en consecuencia, asumiría la presidencia de la República.
El 16 de noviembre fue elegido como titular del Parlamento y, en su discurso, habló como futuro jefe de Estado sobre la importancia de recuperar la confianza de la ciudadanía para darle esperanza.
“Eso requiere una apertura y una disposición para escuchar a todos. Todos que hemos sido jóvenes hemos aprendido que estos reclamos no tenían solución fácil”, dijo Francisco Sagasti, quien sería finalmente el encargado de concluir el periodo presidencial que había empezado cinco años atrás con PPK.
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