Sede la Junta Nacional de Justicia. Foto: Andina
Sede la Junta Nacional de Justicia. Foto: Andina

Ahora que el Congreso y la Junta Nacional de Justicia (JNJ) están enfrentados a muerte, varios constitucionalistas han recordado el ‘caso Anaya’. Nadie, sin embargo, ha explicado de qué se trata y por qué lo mencionan.


Fotos: Hugo Pérez / @photo.gec
Fotos: Hugo Pérez / @photo.gec

Se refieren al proceso de Efraín Anaya Cárdenas, un exintegrante del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), que hoy es la JNJ. Ese organismo, como se sabe, se encarga de designar a todos los magistrados del país.

Anaya es un viejo conocido de este columnista. En febrero del 2010, cuando era jefe de la Unidad de Investigación de El Comercio, descubrimos que pretendió cobrarle una coima al abogado Tomás Gálvez, que estaba postulando a una plaza de fiscal supremo.

Un amigo de ambos gestionó la reunión. Cuando se encontraron, Gálvez le preguntó al miembro del CNM sobre sus posibilidades de ganar y de qué manera lo podía ayudar con su voto.

Anaya le respondió: “Acá se elige a los magistrados por su poder político o por su poder económico. ¿Cuál de los poderes tiene? Creo que usted no tiene el primero, pero sí el segundo”.

Como era obvio, Gálvez —quien en ese entonces era fiscal supremo provisional— entendió que Anaya le estaba pidiendo un soborno. Apenas llegó a su oficina, lo denunció ante sus superiores.

Cuando publicamos la historia se armó un escándalo político. Semanas después, el consejero del CNM fue destituido por el pleno del Congreso. No hubo oposición alguna, como ahora ocurre con los miembros de la JNJ que el Congreso pretende destituirlos. Es por ello que este caso ha sido evocado por varios especialistas, pero muchas personas no lo conocen o no lo recuerdan.

Es más, el defenestrado magistrado presentó un ‘recurso de agravio’ ante el Tribunal Constitucional (TC), que lo declaró improcedente.

Pero Anaya es una caja de secretos. Según un reportaje reciente del programa ‘Al estilo Juliana’, de la periodista Juliana Oxenford, en el año 2004 el exconsejero del CNM publicó un libro de medicina forense, junto con otros autores. ¿Adivinan quién era uno de ellos? ¡Dina Boluarte, la hoy presidenta del país!

La obra solo se registró en la Biblioteca Nacional, pero nunca fue difundida ni llegó a las librerías. Se trataba de un texto mal escrito para poder acceder con ventaja a cargos públicos.

Lo más sorprendente es que el informe periodístico también descubrió que, actualmente, Anaya es gerente de un llamado ‘Instituto Justicia y Libertad’, que funciona en su residencia sanisidrina, en donde se dictan clases de derecho y analizan casos de corrupción.

Pues bien, uno de los profesores estrellas es nada menos que Richard Concepción Carhuancho. Sí, el juez ‘símbolo’ endiosado por los medios que metió a la cárcel a docenas de investigados del caso Lava Jato, la mayoría de los cuales salieron en libertad porque sus detenciones fueron arbitrarias.

Como decía un veterano periodista ya fallecido: “Todo se llega a saber”. Nos vemos el otro martes.

Los artículos firmados y/o de opinión son de exclusiva responsabilidad de sus autores.

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