Por: Miguel Ramírez
¿Qué hizo el contralor para que los congresistas fujimoristas cambiaran su opinión sobre él? ¿Qué ocurrió para que, luego de atacarlo cual villano, ahora lo blinden, pese a los gravísimos cargos que se han conocido en los últimos días?
Fuentes consultadas por este columnista aseguran que la metamorfosis ocurrió luego de una reunión que el contralor logró -a mediados de julio del año pasado- con , la lideresa de Fuerza Popular (FP) y jefa de los 72 congresistas fujimoristas.

‘El contralor Edgar Alarcón no dará entrevistas’, respondió uno de sus asesores de prensa cuando nos comunicamos para solicitarle una cita. Christian Peralta, asesor de la bancada fujimorista en el Congreso, contestó: “ dice que no se ha reunido ni le une amistad con Edgar Alarcón”.

Pero vayamos por partes. Todo empezó el 31 de mayo del 2016 cuando el entonces presidente Ollanta Humala postuló a Edgar Alarcón como contralor, en reemplazo del saliente Fuad Khoury. La Comisión Permanente del Congreso debía decidir su elección una semana después, el 8 de junio. Edgar Alarcón sabía que su elección era difícil. Los fujimoristas lo vinculaban con Humala y su esposa Nadine Heredia.

Entonces, Edgar Alarcón -‘astuto y avezado como pocos’, según lo describen sus propios allegados- buscó llegar a Keiko Fujimori, quien entonces estaba en la semana final de su campaña electoral. Su primera reunión -según las fuentes consultadas- fue con un importante dirigente de absoluta confianza de Keiko, pero ella no respondió a la propuesta.

Luego recurrió a Víctor Albrecht, quien entonces ya era congresista electo por el fujimorismo. Su hermana es íntima de Keiko Fujimori, pero la lideresa de Fuerza Popular no aceptó reunirse con Edgar Alarcón. Albrecht no respondió las llamadas que le hizo este diario.

El 8 de junio, sin embargo, Alarcón fue elegido como contralor por 15 votos, en medio de un escándalo y reclamos de los fujimoristas que abandonaron el hemiciclo antes de la votación. Luz Salgado, Héctor Becerril y Cecilia Chacón, entre otros, salieron tirando la puerta.

“Este es un contralor totalmente cuestionado. ¡No lo podemos permitir!”, gritó ante la prensa Cecilia Chacón. Tras su elección, Edgar Alarcón continuó con su interés de entrevistarse con Keiko, pese a que había perdido las elecciones presidenciales. Sabía que la poderosa bancada fujimorista le haría la ‘guerra’ desde el Parlamento.

Siempre según las fuentes, habría sido José Cevasco, el oficial mayor del Congreso, quien lo contactó con la lideresa de Fuerza Popular. Cevasco y Edgar Alarcón son viejos amigos. Se conocieron cuando el primero fue asesor del contralor Fuad Khoury.

Cevasco, como se sabe, es amiguísimo de Keiko Fujimori. El año pasado le encargó la tarea de adiestrar en la hermenéutica congresal a los novatos parlamentarios fujimoristas electos. Y apenas se instaló el Parlamento, fue nombrado oficial mayor del Congreso. Cevasco no respondió a las llamadas que le hicimos, pero -a través de Christian Peralta- negó que fuera el gestor de la mencionada reunión.

Las fuentes, como es obvio, no conocen los términos y acuerdos de la conversación entre Keiko Fujimori y Edgar Alarcón, pero, después de aquel encuentro, el contralor se convirtió en prácticamente un aliado del fujimorismo. Sus muestras de lealtad, por cierto, están probadas y son públicas.

Para empezar, nombró como coordinador parlamentario de la Contraloría al polémico excongresista Juan Díaz Dios, uno de los preferidos de Keiko Fujimori, que se había quedado sin trabajo.

“Su primera prueba de fuego fue cuando se destapó el escándalo de la compra de 980 computadoras, que hizo la Mesa Directiva presidida por Luz Salgado”, dijo uno de los informantes.

En efecto -apenas la prensa reveló que esa compra se había hecho sin licitación, en la madrugada y a una empresa casi fantasma- Edgar Alarcón fue al Congreso y a su salida descartó cualquier responsabilidad de Luz Salgado y José Cevasco, este último responsable de la cuestionada adquisición. Fue allí cuando soltó la célebre frase: ‘¡Tanto ruido por cinco milloncitos!’.

Desde aquella vez, hasta hoy, los congresistas ‘naranjas’ defienden a Edgar Alarcón a rabiar. Hasta acusan al gobierno de haber lanzado una campaña en su contra, por haberse opuesto a la adenda del proyecto para la construcción del aeropuerto de Chinchero.

Las denuncias contra Edgar Alarcón, sin embargo, son gravísimas: presionó a un funcionario para que retirara una denuncia en su contra; adquirió autos lujosos, pese a que la ley se lo prohíbe; y favoreció con una jugosa indemnización a una exsecretaria, que resultó ser la madre de dos de sus hijos, producto de una relación extramatrimonial.

Y ahora es investigado por la Fiscalía por lavado de dinero.
¿Continuará Keiko Fujimori blindando al contralor Edgar Alarcón? Nos vemos el otro martes.

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