(Fotos: José Rojas)
Daniel Abugattás

POR: ÓSCAR TORRES

Frente a la posible vuelta a prisión de y su esposa , la política peruana nuevamente está en el ‘ojo de la tormenta’. Por tal motivo, conversamos con . El expresidente del Congreso durante el gobierno nacionalista nos da su versión de lo que vivió en ese periodo.

Señor Abugattás, usted fue parte del llamado gobierno nacionalista, ¿qué piensa del pedido de la Fiscalía de 20 años de cárcel para Ollanta Humala y de 26 para Nadine Heredia?
Me parece riesgoso lo que ha hecho el fiscal. La probanza del delito de lavado de activos tiene que ser contundente. No existen medias tintas y aparentemente, solo los han denunciado por ese delito. No he tenido la oportunidad de leer la acusación, pero podría ser que se caiga finalmente.

Se asegura por ejemplo, que en la campaña del 2006, con los aportes de Venezuela, y en el 2011, con los de Odebrecht, habrían desviado dinero para compras de propiedades...
A mí no me consta eso. Yo no sé absolutamente nada de compra de propiedades. Por parte del partido no ha habido ninguna compra ni personal por parte de ellos que yo sepa, no lo sé.

El tema es grave porque Nadine habría utilizado a su madre, hermano y amiga para ‘lavar’ ese dinero...
De ser el caso, es gravísimo porque ha involucrado a su madre. Si hubiera cometido el delito, lo cual creo que no tiene nombre, no puedes meter a tu madre en una situación de esas.

Estuvo muy cerca de ellos, ¿es verdad que Nadine hacía y deshacía en Palacio de Gobierno?
Sí.

¿Cuál fue la situación más fuerte que usted vio?

Por ejemplo, en un momento nos convocaron cuando iba a haber un cambio de primer ministro y ahí mismo pregunto que debería ser una mujer, y ella respondió automáticamente ‘va a ser tal...’ estando presente el presidente. O sea, ella decidió quién era la ministra.

¿Es cierto que a través de su celular ella controlaba todo y que Ollanta solo se dedicaba a sus programas sociales y al tema militar?
Ella controlaba a casi todos, a mí no me controlaba, y sí es verdad que Ollanta se sentía como pez en el agua con los proyectos de los barcos, los helicópteros y todo lo que era compras militares. Ahí él se sentía muy cómodo.

‘JUERGA DE PODER’

¿Es verdad que usted se alejó porque empezó a ver cosas extrañas y la ex primera dama se emborrachó de poder, como dijo Isaac Humala?
Hubo una tremenda juerga de poder, no sé si borrachera o coma etílico, pero sí. Yo reconozco que me demoré pensando en el proyecto. Yo me negaba a creer lo que era evidente ante mis ojos.

Porque además, usted declaró que ellos demolieron el partido...
Así es, nosotros entramos a hacer un esfuerzo para cambiar el país. En mi caso, como muchos otros, dejamos todo lo que teníamos para abocarnos a esta tarea, realmente titánica, y resultó que fuimos utilizados para hacer la campaña, para organizar el partido, para ponerlos en el poder y después nos botaron como papel higiénico. Creo que hasta el papel higiénico es reutilizable, nosotros no.

¿Hoy no hay partido nacionalista?
No existe. Bueno, existe nominalmente pero no hay bases, no hay militantes, no hay comités, no hay absolutamente nada. Debe haber seis o siete personas que apoyan al presidente.

¿Cuándo le ‘hace la cruz’ Nadine Heredia?
A mí me la pone pronto. A mí me la pone quizá en agosto o setiembre del 2011 con un altercado que hubo en una reunión en Palacio de Gobierno...

¿Qué pasó?
Fue un engaño. Convocaron con un engaño, de ella, para tratar de imponer una agenda al Congreso de la República y yo me opuse siendo presidente del Congreso. A partir de ese momento cargué con una cruz que en buena hora que me la pusieron (sonríe).

¿Por qué cree que casi todos los gobiernos de los últimos años cayeron en la corrupción?

Porque no queremos aceptar que vivimos en una sociedad de ladrones y corruptos. O sea, lo que los griegos llamaban cleptocracia, nosotros podríamos hablar de cleptopolítica el día de hoy. Ese es el fondo del asunto.

¿Respalda el trabajo que vienen realizando los fiscales José Domingo Pérez y Rafael Vela?
Sí. Yo lo respaldo y espero que esté a la par el Poder Judicial, porque ellos pueden realizar un trabajo muy bien hecho y si el Poder Judicial no va de la mano, sería un golpe mortal a la justicia.

¿Qué le parece el gobierno de Martín Vizcarra?

Yo en algún momento tuve la ilusión de que Martín Vizcarra podía ser real y ha terminado siendo más que un reflejo de la clase política corrupta que tenemos. No lo estoy acusando de corrupto, pero sí de cómplice de la corrupción que hay en el país.

¿Cuál es su posición sobre el accionar de la mayoría fujimorista en el Congreso?

Que era de esperar. Gracias a Dios han demostrado lo que son. O sea, como personajes políticos y como personas son, quizá, lo más bajo que hay en el país.

¿Alan García se suicidó porque estaba acorralado judicialmente?
Creo que por temor, pavor y terror a vivir en la cárcel.

¿Cómo calificaría al expresidente Alejandro Toledo?
Un personaje que a veces termina siendo cómico ¿no? (risas). La verdad, no sé qué decirte.

¿Qué debería pasar con Susana Villarán?

A mí me preocupa mucho el caso de Susana Villarán. Yo he tenido la oportunidad de trabajar con ella, de estar cerca de ella y, no puedo asegurar por nadie, pero te podría decir que esa mujer no es corrupta.

‘SUS MINISTROS’

¿Es verdad que Nadine era la que gobernaba y mandoneaba a ministros y funcionarios?
Definitivamente.

¿Por ejemplo?

Bueno, aparte de la que le daba la espalda a su esposo en plena ceremonia pública, yo creo que ella liquidó a los ministros cuando habló de ‘sus ministros’, o sea, los puso en un nivel prácticamente de artefactos decorativos. Yo considero que esa es una de las peores de Nadine.

Ollanta Humala era un hombre reflexivo y silencioso, pero ¿lloraba con facilidad? Porque recuerdo que una vez Nadine me dijo que era el soporte emocional de su esposo.

Sí. Yo en alguna oportunidad, es algo muy personal esto, después de una llamada de su madre, lo vi muy conmovido, sobre todo con el tema de su hermano Antauro. Muy movido, muy movido. Ollanta es una persona muy sensible. No es lo que mucha gente cree...

¿Ollanta y Nadine son buenas personas? ¿O solo Ollanta? ¿Solo Nadine? ¿Ambos?
Es que es difícil calificar. El que tiene mejor trato es Ollanta. La que es incalificable es la señora Nadine Heredia. Ollanta es una persona con la cual puedes hablar, puedes tratar. Con la señora no.

¿Cómo era ella en el ámbito personal?

Déspota, arrogante, prepotente. Claro, eso era cuando estaba en el poder, ahora me imagino que debe ser una mansa paloma.

‘VERÓNIKA MENDOZA ERA SU SECRETARIA'

¿Calculaba todo, tal como da entender Marco Sifuentes en su libro ‘H&H’?
En las reuniones ella nunca hablaba. Es decir, nunca manifestó que ella o que nosotros pudiésemos pensar que ella era la determinante en la pareja y te hablo de decenas o quizá centenares de reuniones con quince personas. Calladita, tomando nota. Con la señora
Verónika Mendoza al lado tomándole nota también, su secretaria...

¿Qué pasó después?
Cuando el fenómeno se manifiesta ya en junio, con Ollanta declarado presidente, y llaman a la oficina de transición, quien comienza a manejar esa oficina es ella, desde ese día ya tomó control de todo.

Al final entonces, ¿quién gobernó, Ollanta o Nadine?
Nadine.

Hoy, con lo que hay y a pesar de que existen sentimientos encontrados, ¿usted los ve a los dos presos nuevamente?
Yo no le deseo la cárcel a nadie, aun cuando mucha gente está esperando que, no solamente ellos sino todos los políticos, terminen en la cárcel.

Viendo el escenario político que se viene, le voy a soltar algunos nombres y usted los define en pocas palabras:

George Forsyth...
Futuro.

Salvador Del Solar...
(Sonríe) La cruz.

Jorge Muñoz...
La cruz.

Julio Guzmán...

¡Dios nos libre!

Verónika Mendoza...

Igual.

César Acuña...
Gracioso.

Antauro Humala...
Peligroso.

Kenji...
Otro personaje cómico.

¿Qué vislumbra para el país a mediano plazo?
Yo creo que una situación caótica.

Muchas gracias, señor Abugattás, y ojalá caigan todos los corruptos...
Bueno, lamentablemente el presidente Vizcarra se está convirtiendo en el ‘Alí Babá’ y el Congreso en ‘los cuarenta ladrones’, porque no rompe con ellos. Está yendo con ellos y no está haciendo las reformas políticas que el país necesita, entonces, quien era la esperanza termina siendo uno más del grupo.

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