El presidente saliente, Francisco Sagasti, sufrió un lamentable desaire de parte de la titular del legislativo, la acciopopulista, María del Carmen Alva, luego que el jefe de protocolo de ese poder del estado no lo dejó entrar para entregar la banda presidencial y despedirse del país. Esto generó una avalancha de críticas por la fea actitud. Acciopopulistas como el exparlamentario Ricardo Burga y la misma Alva, han señalado que Sagasti terminó su mandato el 26 de julio al instalarse el nuevo congreso y por eso ya no era presidente y tampoco podía ingresar con ese cargo al legislativo.
Pero de inmediato en redes sociales llovieron pruebas de que esto no es así. Recordaron sobre todo al expresidente de transición Valentín Paniagua, quien el 28 de julio de 2006 ingresó al Parlamento de entonces a entregar la banda presidencial a su titular, Carlos Ferrero Costa, quien a su vez lo entregó minutos después al ganador de las elecciones ese año, Alejandro Toledo.
Y antes de la asunción de mando de Toledo, el saliente mandatario pronunció su discurso al país destacando el hecho de que durante su gestión se realizaron todos los esfuerzos para iniciar el proceso de redemocratización del Estado y la sociedad peruana con la esperanza de echar las bases de una cultura de la libertad.
Ante la representación nacional reunida en el hemiciclo del Congreso y jefes de Estado y dignatarios invitados para la ocasión, Paniagua sostuvo que con “con ese propósito hemos devuelto a las Municipalidades que los solicitaron las atribuciones que le fueron arrebatadas y hemos creado cauces para la participación institucionalizada de la sociedad civil a través del Consejo Nacional del Trabajo”.
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Sostuvo que entregaba al nuevo gobierno una economía con variables macroeconómicas en orden, con un dólar estable, sin inflación y con algo más de ocho mil 630 millones de dólares en reservas internacionales.
“También con recursos para el pago de la deuda externa y con un aparato productivo con claras señales para el inicio de su reactivación”, puntualizó.
Dijo también que el proceso de reinstitucionalización exigía, sin embargo, la creación de un portal de transparencia económica que permita ahora al pueblo conocer y juzgar, día a día, el uso de los recursos públicos y que es, así mismo, el antídoto contra la corrupción.
“Nuestra economía ha probado ya su fortaleza al resistir las catástrofes producidas por las intensas lluvias del mes de marzo y el trágico sismo que ha asolado el sur del país”, anotó.
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Posteriormente, un emocionado Paniagua entregó al Presidente del Congreso, Carlos Ferrero, la banda presidencial y la bandera, que en múltiples oportunidades fue lavada por la juventud peruana durante su lucha contra la dictadura fujimorista.
Terminada su función como presidente de la República, Paniagua Corazao se ubicó entre los expresidentes Fernando Belaúnde Terry y Francisco Morales Bermúdez. Huelgan las palabras.
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