El ministro de Cultura, Ciro Gálvez, ha pedido la renuncia del jefe institucional de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), el escritor Ezio Neyra, quien lleva en el cargo poco más de un año.
Según informó La República, el excandidato presidencial del partido Renacimiento Unido Nacional que asumió la dirección del Ministerio de Cultura solicitó que Neyra deje el puesto tras varios días de haber jurado al cargo como parte del gabinete presidido por Guido Bellido.
El jefe de la Biblioteca Nacional del Perú ocupa el cargo desde el 20 de enero del 2020, cuando fue nombrado por la gestión de la exministra Sonia Guillén y durante el gobierno de Martín Vizcarra a la cabeza del Ejecutivo.
El mismo medio también señaló que Ciro Gálvez, en reemplazo de Ezio Neyra, estaría planeando nombrar al economista Gonzalo Alegría Varona.
Cabe recordar que este último fue parte del equipo técnico de Pedro Castillo durante la segunda vuelta electoral, junto a otros especialistas en diversas materias que se encargaron de dar aportes en diferentes materias al entonces candidato presidencial de Perú Libre.
Estos cambios están pendientes de ser confirmados por las partes involucradas y, posteriormente, oficializados a través de la publicación de las correspondientes resoluciones en el boletín de normas legales de El Peruano.
Ciro Gálvez y designaciones cuestionadas
La República también señaló que el ministro Ciro Gálvez ha designado a Juan Carlos Matos Benavente y Yolanda Cárdenas Morán como asesores de su despacho, a pesar de tener antecedentes en el Poder Judicial.
Juan Carlos Matos fue denunciado en el 2010 por haber recibido una coima de S/ 5 mil para disminuir una condena por un caso de violación sexual. Por este caso, la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial suspendió al entonces juez de Junín.
En el caso de Yolanda Cárdenas, se trata de una funcionaria que fue sancionada con 10 unidades de referencia procesal por incumplimiento de sus deberes por la Sala Penal Nacional de Apelaciones Especializada en el año 2019. Esto por supuestamente coludirse con otros abogados para retrasar el proceso contra un integrante de la red de Rodolfo Orellana.