El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Aníbal Torres, respondió de manera irónica a la prensa cuando se le preguntó por los rumores que habían trascendido en varios medios sobre un intento desde el Gobierno para lograr que Antauro Humala sea liberado.
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“Como no se puede por ley, voy a hacer que salte una pared. En ese momento, voy a hacer que toda la policía se va a almorzar, le voy a poner un auto que tenga una velocidad de unos 300 km/h para que se vaya”, dijo brevemente antes de entrar a Palacio de Gobierno.
Esta fue la primera respuesta pública que hizo Aníbal Torres luego que, ese mismo viernes, varios medios indicaran que se iba a remover del cargo a la presidenta del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), Susana Silva, porque se había negado a favorecer a Antauro Humala.
Al día siguiente, el sábado 5 de febrero, se publicó la resolución que dio por terminada la designación de Silva Hasembank en el cargo.
Sin embargo, el ministro Aníbal Torres aseguró que la decisión se tomó porque la autoridad máxima del INPE no le reportó el hecho que se había trasladado a Alberto Fujimori de la clínica en la que estuvo internado desde hace meses al penal de Barbadillo, en la Diroes.
Luego de descartar cualquier beneficio a Antauro Humala, señaló que la extitular del INPE dispuso el retorno del expresidente Alberto Fujimori, quien estuvo internado meses en una clínica local, a la sede de la Dinoes, la que calificó como su “cárcel dorada”. Para el ministro, esta decisión es un acto de corrupción y discriminación entre sentenciados.
“Sorprende que esta campaña de desinformación provenga de un sector que tengo ya bien identificado (casualmente, muchos son de la misma casa de estudios) quienes coparon puestos en el Estado sin estar capacitados y contraviniendo la ley (pura ‘vara’)”, aseveró el titular del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
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