Se hace la víctima. El presidente del Congreso, Alejandro Soto Reyes (APP), aseguró que se somete a la Comisión de Ética ante las acusaciones en su contra de estar involucrado en procesos penales, y que si se determina que hay una justificación válida, dejará el cargo al cual fue elegido hace una semana.
“Que una cosa quede clara. Yo no me aferro al cargo. Si hay una justificación válida, yo doy un paso al costado”, indicó ante la prensa este martes.
Soto respondió así ante las críticas en su contra, incluyendo la de Jorge Montoya, vocero de Renovación Popular, quien advirtió que se podría producir una censura si es que se determina que el nuevo presidente del Congreso cometió una falta grave.
“Estoy a disposición de la Comisión de Ética porque, como he ratificado y he dicho, no tengo antecedentes ni penales ni judiciales. Ese andamiaje de haber atribuido 55 denuncias que luego se han caído a 9 y ahora se caen a 3 demuestra que no hay una investigación seria”, manifestó.
El titular de la Mesa Directiva elegida por el pleno el 26 de julio último aseguró que hay intereses que buscan retirarlo del cargo y, si bien no pudo identificar a autores, comentó que usan hechos “no trascendentales” para criticarlo.
“Están buscando el desprestigio del presidente y estoy demostrando con hechos y con certificados que no tengo ningún antecedente”, insistió.
Según información del diario ‘El Comercio’, en la interna de APP existe molestia por la forma en que el titular del Congreso ha encarado las denuncias en su contra y por haber dicho que tuvo una “relación fugaz” con la madre de su hijo, cuando no sería así.
Recordaron que la postulación del parlamentario cusqueño a la Mesa Directiva fue prácticamente una imposición de César Acuña, gobernador regional de La Libertad y líder fundador del partido apepista.
Otras fuentes señalaron que les sorprendió que el congresista cusqueño brindara declaraciones a los medios de comunicación, cuando se había acordado que primero la Mesa Directiva debía definir un plan de trabajo conjunto.
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