Entre lágrimas, rezos y muestras de dolor, los restos de Sheyla Gutiérrez Rosillo regresaron a su barrio de Breña, donde familiares, vecinos y amigos le dieron el último adiós a la joven madre que viajó a Estados Unidos en busca de un mejor futuro, pero terminó siendo víctima de un presunto feminicidio a manos de su pareja, Josimar Cabrera Cornejo. La repatriación del cuerpo fue posible gracias a las gestiones del Ministerio de la Mujer y la Cancillería.
El féretro llegó a Lima el último sábado al mediodía y de inmediato fue trasladado a la casa de su familia en Breña, donde se realiza el velatorio. Este lunes, sus seres queridos la acompañarán hasta el Cementerio El Ángel, en Barrios Altos, para su sepelio. La escena estuvo marcada por la tristeza de sus padres, que recordaban a la joven de 31 años como una mujer luchadora, que dejó en orfandad a tres pequeños de 9, 5 y 3 años.
“Agradezco al Ministerio de la Mujer y a todas las entidades que nos están ayudando, pero pido que nos sigan apoyando haciendo justicia para que mi hija pueda descansar en paz”, manifestó entre sollozos Jorge Gutiérrez, padre de la víctima. Él ahora se hace cargo de los nietos que Sheyla dejó en Perú.
Según contó Helga Rosillo, madre de la joven, la última vez que habló con ella fue en una videollamada en la que Sheyla le confesó que pensaba denunciar a Cabrera por los constantes maltratos. Incluso le contó que su hijo menor también había sido agredido. La mujer recuerda con dolor la expresión de enojo con la que el sujeto miraba a su hija durante aquella conversación.
La versión de Josimar Cabrera tras la desaparición aumentó las sospechas. Él aseguró que Sheyla había sido detenida por Migraciones (ICE), lo cual era imposible porque esa institución no atiende fines de semana y la cita de la joven recién estaba programada para septiembre. La verdad se empezó a revelar cuando cámaras de seguridad del condominio registraron al sujeto cargando un bulto envuelto en sábanas el mismo día que Sheyla desapareció.
Cabe recordar que, el 31° Juzgado de Investigación Preparatoria de Lima dictó nueve meses de detención preventiva con fines de extradición pasiva contra Jossimar Cabrera Cornejo, quien se entregó a la Interpol en Lima. Ahora, el presunto feminicida se encuentra a la espera de ser extraditado a Estados Unidos, donde la justicia lo requiere para responder por la muerte de la joven madre peruana.
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