Hace casi 30 años, el 9 de junio de 1993, un hecho casi fantástico alborotó a cientos de personas que se congregaron en el cementerio de la ciudad de Pisco. Entre periodistas, curiosos y chamanes, el nicho de Sarah Hellen se abarrotó luego de que se difundiera la llegada de la supuesta resurrección de la llamada mujer vampiro.
TE VA A INTERESAR | Jesús María: ¿Cómo empezó el enfrentamiento y balacera en la Av. Cuba que dejó a tres barristas muertos?
Según la leyenda urbana de Sarah Hellen, esta mujer británica fue acusada en 1913 de brujería y ocultismo. Así también, se mencionaba que viajó a Transilvania para seducir a Drácula y convertirse en una mujer vampiro.
Fue sometida a juicio por los pobladores de su natal Blackburn, lo que la llevó a la muerte por una estaca en el corazón. Sin embargo, ya que se le prohibió a su familia que la sepultaran en Inglaterra, su esposo John Roberts la llevó a la costa peruana, en el cementerio de Pisco.
Lo más aterrador llegó cuando Sarah Hellen, antes de morir, le lanzó una maldición a sus ejecutores. Ella les prometió que, 80 años después de su muerte, iba a regresar para buscar venganza. Esa fecha sería el 9 de junio de 1993.
Cuando se acercaba la fecha, diversas personas empezaron a anunciar que irían a verla con crucifijos y agua bendita. Incluso, algunos reporteros se acercaron al pabellón San Alberto del Cementerio General de Pisco. Sin embargo, nunca apareció.
Hoy en día, el nicho de Hellen sigue recibiendo flores y velas. Su partida de defunción se puede encontrar en la Municipalidad de Pisco, además de la partida de nacimiento de su hijo. La mujer vampiro murió por un paro cardíaco, seis días después de dar a luz.
Hace algunos años se estrenó la cinta peruana dirigida por Rogger Asto León en el que se habla sobre la vida de Sarah Hellen. A ello, el director decidió agregarle una historia de cazavampiros quien también narra la película.
Así también, Sarah Hellen se volvió tan famosa que el músico peruano Julio Andrade le compuso una canción en los 90. En el video se podía ver a una mujer vestida de negro de manera sensual que salía del cementerio.
Contenido GEC