En el interior de un hotel en la urbanización San Gabriel, San Juan de Lurigancho, seis ciudadanos venezolanos fueron detenidos en una operación policial que culminó en un intenso tiroteo. Las imágenes revelaron el inicio del enfrentamiento que tuvo lugar el pasado martes 12 de diciembre.
El operativo consistió en la llegada de cuatro agentes policiales, ataviados con chalecos, y otros dos vestidos de civil. Uno de los agentes estaba preparado con su arma, mientras que los demás se dirigieron hacia la habitación de los sospechosos. En cuestión de segundos, al avanzar, el grupo de agentes fue recibido con disparos.
Dos agentes policiales cayeron al suelo y se desplazaron hacia la pared de la escalera para resguardarse. Durante el tiroteo, uno de los agentes resultó herido en la mano derecha, sosteniendo la pistola con la mano izquierda, dejando rastros de sangre en el suelo y la escalera mientras ascendían un piso.
El intercambio de disparos obligó a tres policías y a un empleado del hotel a retroceder hacia la recepción, ya que los disparos provenían de una de las habitaciones. Después de esperar, regresaron para enfrentarse nuevamente a los sospechosos. A pesar de las heridas, el agente herido volvió al lugar del tiroteo sin dejar de sangrar, apuntando hacia el objetivo. Esto permitió que dos personas pasaran antes de disparar.
Mientras tanto, uno de sus colegas bajó por las escaleras, regresó de inmediato, se apartó brevemente de la vista de la cámara de seguridad, pero mantuvo firmemente su arma con la mano izquierda. Los presuntos delincuentes continuaron observando hasta que otro colega se unió a ellos, decidieron avanzar hacia las habitaciones.
Finalmente, se logró la captura de seis presuntos miembros de “Los Hijos de Dios”, una facción de la banda criminal “El Tren de Aragua”. Entre los detenidos se encuentra José Antonio Ríos Gil, quien ya había sido retenido en Pachacamac y liberado el 4 de diciembre.
Las imágenes del operativo documentaron la resistencia de los delincuentes, y podrían ser fundamentales para que un juez evite liberar nuevamente a José Antonio. Mientras tanto, los dos suboficiales heridos permanecen hospitalizados con un pronóstico reservado en el hospital de la Policía.
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