Muchas veces escucho decir que el tiempo lo cura y borra todo. Para los padres de la activista feminista Solsiret Rodríguez Aybar no es así. Cogen la foto de su hija, la miran, acarician su rostro y en el dolor que sienten encuentran la fuerza para seguir luchando y encontrar justicia que por ahora es esquiva después de que un tribunal absolvió a Kevin Villanueva Castillo del delito de feminicidio y le redujo la condena de 30 a seis años de prisión. La Segunda Sala Penal de Apelaciones del Callao revocó la condena contra el excuñado de Solsiret y le imputó el delito de encubrimiento real.
Esta decisión ha generado indignación y decepción en Carlos Rodríguez y Rosario Aybar, papás de la integrante del colectivo ‘Ni Una Menos’.
”Es una burla, no hay justicia para nuestra hija. Me da pena decirlo pero ha habido un acto de corrupción, otra explicación no hay”, dijo la madre de la estudiante de Sociología.
Para ellos los jueces no han tomado en cuenta todo el trabajo realizado desde el 2016, año en que Solsiret Rodríguez desapareció.
De acuerdo a la acusación del fiscal provincial penal del Callao, Jimmy Mancilla y la sentencia en primera instancia, está comprobada la participación de Kevin Villanueva en el cruel asesinato de Solsiret, descuartizamiento del cuerpo y desaparición de algunas partes.
La larga lucha por justicia para Solsiret se remonta al 23 de agosto del 2016 cuando desapareció repentinamente. Desde ese día sus padres la buscaron.
Les pareció extraño que Bryan Villanueva, conviviente de Solsiret y padre de sus dos hijos, no haya denunciado su desaparición, en cambio la acusó de haber abandonado el hogar.
Para desviar la búsqueda enviaba mensajes a los papás de Solsiret de posible lugares donde ella podría estar.
En febrero del 2020, el cráneo y otros huesos de la estudiante universitaria fueron encontrados en la casa de Andrea Aguirre, concuñada de Solsiret y pareja sentimental de Kevin Villanueva.
“Tenía esperanza de encontrarla con vida, nunca pensé, ni imaginé que estaba descuartizada”, recuerda Rosario Aybar quien tuvo que soportar los comentarios mal intencionados sobre la conducta de su hija pues lo que más deseaba era hallarla viva
Según los exámenes forenses practicados al cráneo, presentaba lesiones de aplastamiento en la región nasal y una fractura en el hueso frontal. En esta parte de la cabeza y en la región parietal se hallaron manchas de sangre que debido a los casi cuatro años transcurridos desde la desaparición tiene un color pardo negruzco.
Estos resultados desbarataron la versión brindada por Andrea Aguirre Concha, quien tras su arresto manifestó que Solsiret cayó y se golpeó la cabeza durante la pelea que sostuvo con ella,
En el conato, Andrea Aguirre terminó con una lesión en la frentes. Solsiret al defenderse, le habría propinado un golpe de puño o con algún objeto.
La investigación policial concluyó que Andre Aguirre odiaba y tenía celos a Solsiret, tras haberse enterado de que, entre noviembre del 2014 y abril del 2015, mantuvo un estrecho acercamiento con su enamorado Kevin Villanueva Castillo.
Acorralada por las evidencias en su contra, Andrea delató a su entonces enamorado Kevin Villanueva y dijo que él había descuartizado el cadáver de Solsiret.
“Cuando salió de la cocina vi que (Kevin) tenía un cuchillo largo de mango negro, dirigiéndose al cuarto –donde estaba el cadáver de Solsiret-…Él se encerró en el cuarto”, dijo en ese entonces al detective que la interrogó. “Él (Kevin) salió luego de dos horas, se había cambiado de ropa y se había bañado. Al ver salir a Kevin del cuarto, ella le preguntó ‘¿que había hecho?’, me respondió, que le había cortado una parte”.
En su confesión señaló que a las 5 de la mañana del 24 de agosto del 2016, Kevin se llevó en una mochila color negro las partes cercenadas del cuerpo de la activista del colectivo ‘Ni Una Menos’.
Varios meses después y cuando habían terminado su relación sentimental, indicó que Kevin, en una maleta negra le llevó el cráneo y otros hueso de Solsiret. “Me dijo, que yo me tenía que ocupar de eso y que también era mi culpa”.
Por esta confesión, para los padres de Solsiret, la participación de Kevin Villanueva está más que comprobada. “Él llegó, está comprobado, cuando mi hija áun estab viva, está demostrado cada cosa, cada momento y que usaron. No entendemos porque los jueces solo aceptan que llegó a la casa para encubrir”, manifestó Rosario Aybar quien hubiera aceptado que lo acusen por homicidio.
Solsiret vivía un infierno. Amigos de universidad y familiares de Solsiret revelaron que Kevin Villanueva la acosaba sexualmente y aprovechaba que vivían en el mismo departamento para perseguirla.
Rosario Aybar cuenta que una semana habló con su hija y como presagiando la tragedia le dijo “ten mucho cuidado no todas las personas son lindas como crees”.
La muerte de Solsiret ha dejado un gran vacío en el hogar de sus padres. “Extraño su alegría, su espontaneidad” nos dice mientras continúa observando el cuadro con la foto de su hija.
Mientras tanto está a cargo de la crianza de los dos hijos de Solsiret quienes están bajo tratamiento psicológico. “Siempre preguntan y lloran por su mamá”, nos cuenta Rosario Aybar quien duda que puedan superar ese dolor.
Mientras tanto esperan que el fiscal apele la decisión judicial en segunda instancia. ”Vamos a seguir luchando y llegar hast lo último, tocaré nuevamente las puertas, quizás acusir la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, nos dice Rosario.
Andrea Aguirre Concha está sentenciada a 28 años de prisión y Kevin Villanueva a seis años.
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