PERTUBADOR. La vivienda del cruel asesino Gerson Juárez Tapia, donde acabó con la vida de la niña de 12 años, era de espanto. Una cámara ingreso a este lugar en un decampado del alejado distrito de Pachacámac, donde registró la tétrica escena, que pondría los pelos de punta hasta al más valiente.
En un ambiente completamente tétrico, las paredes tenían escritos mensajes religiosos como ‘Dios es poder’ y ‘Fe’, entre otros, acompañados de juguetes de arañas, sobre las paredes sucias de madera.
También había imágenes de Jesucristo y de la Virgen de Guadalup máscaras de muerte, monstruos y hasta d jockey, como el personaje de ficción Jason de viernes 13. También juguetes, que tal vez el asesino habría adquirido para captar una víctima.
El cruel homicida también tenía en esta vivienda de Pachacámac, máscaras de muerte, monstruos y hasta d jockey, como el personaje de ficción Jason de Viernes 13. También juguetes, que tal vez el asesino habría adquirido para captar una víctima.
La madre de la pequeña asesinada denunció que el cruel Gerson Juárez Tapia no habría sido la única persona que participó en el cruel asesinato de su pequeña hija de doce años.
“Hay más personas, hay una cámara ahí y aparece una moto donde bajan dos tipos y entran de frente, rápido. Llegaron a torturar a mi hija... no fue uno, la torturaron a mi princesa, mi hija mayor, la que siempre estuvo conmigo”, dijo entre lágrimas.
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