En Magdalena del Mar, la convivencia acabó en una pesadilla. Isaac Illescas Arbañil, de 25 años, es el nombre que hoy ocupa las páginas policiales. Sobrino del dueño del departamento 403, compartía techo con el argentino Nicolás Gabriel Navarrete, de 31 años, desde hacía apenas tres meses. Lo que debía ser una convivencia pacífica terminó en un brutal ataque con un desarmador, que dejó al extranjero sin vida.
El crimen ocurrió dentro de un condominio del jirón Tarapacá, en un ambiente que, hasta ese día, parecía tranquilo. Sin embargo, la noche de este lunes la calma se rompió cuando los vecinos escucharon ruidos extraños.
Algunos pensaron en una discusión, otros en una pelea doméstica. La realidad superó cualquier sospecha: la Policía encontró el cuerpo de Navarrete en el cuarto piso, con múltiples heridas punzocortantes.
En el lugar, la Policía atrapó a Illescas Arbañil, como presunto autor del homicidio del ciudadano argentino. Ambos compartían vivienda en el departamento 403 del jirón Tarapacá, junto al propietario —tío del detenido— y otro inquilino.
Navarrete había llegado al lugar tres meses atrás, alquilando una habitación en el inmueble. Illescas, por su parte, vivía ahí como familiar directo del dueño. Compartían espacios comunes, pero las investigaciones indican que no había antecedentes de conflictos o enfrentamientos previos entre ellos.
A pocos metros del cadáver, los peritos hallaron la herramienta que se convirtió en arma homicida: un desarmador. No había huellas de forcejeo en la puerta, lo que confirmó que agresor y víctima se conocían y convivían en el mismo espacio. Illescas, que hasta ese momento no tenía antecedentes policiales, fue ubicado minutos después en el primer piso del mismo edificio. No ofreció resistencia.
Según la información policial, no se habían registrado problemas previos entre ellos. Esta ausencia de antecedentes de conflicto es uno de los puntos que más intriga causa a los investigadores.
La Fiscalía ya tomó el caso. En las próximas horas, el Ministerio Público recibirá el informe de Criminalística, que podría arrojar luces sobre las causas de esta agresión. Mientras tanto, Illescas permanece bajo custodia policial, en calidad de investigado por homicidio.
El cuerpo de Nicolás Gabriel Navarrete fue trasladado a la morgue central, donde se le practicará la necropsia de ley. Entre tanto, el caso sigue abierto y el jirón Tarapacá permanece marcado por la tragedia. Los vecinos ya no caminan igual por esos pasillos… ahora saben que, a veces, el peligro duerme en la habitación de al lado.
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