El Ministro del Interior, Jorge Montoya, comunicó a los periodistas que ya se ubicó y se detuvo a los dueños de la discoteca ‘Thomas Restobar', donde la noche del sábado en una fiesta clandestina fallecieron 13 personas asfixiadas, entre las que se encontraban madres de familias. Se trata de Leandro Montoya Callirgos y su pareja que se encontraban en su vivienda al momento de la intervención policial y que en este momento pasan por las diligencias correspondientes en la Depincri de Los Olivos.
Abogados consultados por los diferentes medios de comunicación indicaron que los propietarios podrían ser condenados hasta 35 años de cárcel acusados de homicidio doloso.
Asimismo, Montoya volvió a aclarar que durante la intervención a la discoteca ‘Thomas Restobar’, la Policía Nacional no usó armas letales para poner orden en el interior del local en el que se hallaban más de 120 personas, de las cuales 13 lamentablemente fallecieron y otras quedaron heridas. Indicó que los 23 detenidos en el operativo pasarán por una prueba covid a fin de poder identificar si algunos estaban infectados con este mortal virus.
Orlando Velasco, Comandante General de la Policía Nacional, asimismo informó que todos los intervenidos se encuentran en la sede de la Depincri de Los Olivos, donde rendirán su manifestación y serán multados por haber incumplido las normativas sanitarias establecidas por el estado de emergencia.
DISCOTECA FUNCIONABA COMO FACHADA DE EMPRESA TEXTIL
La ‘discoteca de la muerte’ donde 13 personas fallecieron asfixiadas la noche del sábado tenía licencia de funcionamiento, pero bajo el rubro de empresa textil, por lo que el local funcionaba clandestinamente y según vecinos que viven en los alrededores, esta realizaban fiestas y hasta conciertos con orquestas en vivo sin los protocolos de sanidad obligatorios. El empresario dueño del lugar aún no es identificado y habría escapado del local apenas vio a la policía llegar para la intervención.
Esta irresponsabilidad ha sido calificada por la Ministra de la Mujer, Rosario Sasieta, como un homicidio doloso, un asesinato premeditado, ya que por el estado de emergencia sanitaria las discotecas y bares están prohibidas de atender al público, tampoco no se pueden realizar reuniones familiares ni amicales.
Expertos en materias legales han indicado que el dueño de la discoteca ‘Thomas Restobar’ podría ir hasta 35 años a la cárcel acusado de asesinato culposo.