Era una fiesta clandestina a la cual más de un centenar de jóvenes, entre 20 y 30 años, asistieron a pesar que nuestro país está viviendo una de sus más grandes crisis por el coronavirus y por el que se pedía quedarse en casa, mantener el distanciamiento social y llevar mascarillas, pero el deseo por la diversión y lo prohibido pudo más y así llegaron a la que ahora se conoce como la ‘discoteca de la muerte’ donde 13 jóvenes perdieron la vida asfixiados y aplastados al tratar de escapar de la policía.
La irresponsabilidad de estos jóvenes, a quienes el COVID-19 parece no importarles, se inició cuando decidieron salir de sus casas y acudir a ‘Thomas Restobar’ junto a otros amigos para ‘pasarla bien', ‘tomar unos tragos’ y ‘bailar hasta el amanecer'. El local que solo debe tener un aforo de solo 40 personas, lucía totalmente lleno, totalmente abarrotado de personas sin usar mascarillas y sin respetar el distanciamiento social.
El video que presentamos a continuación muestra el desinterés de los que ahora lloran a sus amigos fallecidos o víctimas que asistieron a esta fiesta clandestina para acompañar al enamorado (a) sin pensar que sería la última de su vida.
En las imágenes, que pueden ser susceptibles, se puede notar a varios bailando, tomando cerveza y en el fondo a un animador incentivando a los jóvenes a seguir con la diversión. Minutos después llega la policía y se sucede lo que ya sabemos: 13 personas murieron asfixiadas por solo no ser detenidos y que sus padres no se enteren que violar las leyes fue el peor error de sus vidas.
Al llegar la policía a la discoteca, el oficial pide a todos que hagan silencio y en otro momento se puede ver a varios de los asistentes indicando que “hay mucha gente que se está desmayando y se está muriendo”. Incluso, algunos le echan la culpa a la policía de la estampida de jóvenes que quisieron escapar.
El Comandante General de la Policía Nacional, Gral. Velasco, lamentó que la irresponsabilidad de un empresario haya provocado este tipo de tragedias que hace recordar al caso de la discoteca Utopía, donde fallecieron 29 personas el 20 de julio del año 2002. Además, confirmó la muerte de 13 víctimas, 3 heridos y otros 23 detenidos.
Asimismo, negó que la Policía Nacional haya utilizado algún arma letal o gases lacrimógenos dentro de la discoteca a fin de poder poner orden dentro de la misma. Otros tres efectivos también resultaron heridos.
Hasta el cierre de esta edición no se había identificado al empresario o dueños responsables de ‘Thomas Restobar', pero ya se encuentran en las pesquisas para identificarlo.
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