Avezados delincuentes ingresaron a una clínica dental de Los Olivos y, al ver que eran filmados, cubrieron las cámaras con alcohol en gel que había en el local como parte del protocolo para evitar el contagio del coronavirus. Con todo a su favor, se llevaron una caja fuerte con mil soles y artefactos eléctricos.
A las 4:30 de la madrugada, poco después de terminar el toque de queda, uno de los ladrones pasó caminando delante del negocio ‘Denthol Perú’, ubicado en la avenida Las Palmeras. A los minutos regresó y con una llave y otro objeto manipuló la puerta hasta abrirla en solo 45 segundos.
En la entrada, los rateros, que llevaban guantes, observaron una cámara de seguridad y decidieron taparla. “Agarraron un papel y le echaron alcohol en gel que teníamos. La cámara quedó borrosa”, dijo un encargado. Ahí había un televisor que se llevaron.
Con linternas en la boca, los rateros se pasearon por todo el primer piso y en uno de los cajones encontraron una caja fuerte con dinero. Ahí, hicieron lo mismo con otra cámara de seguridad. Se apoderaron, además, de una computadora y una cámara fotográfica.
Veinte minutos después, los ladrones fugaron con todas las cosas. Al parecer, habrían huido en algún auto o mototaxi. Hace un mes, una tienda situada al frente de la clínica también fue asaltada.