
Una organización criminal compuesta exclusivamente por mujeres fue desbaratada por la Policía Nacional tras descubrirse que mantenían a migrantes venezolanas encerradas y sometidas a torturas físicas y psicológicas para obligarlas a prostituirse en la zona de Risso, en Lince. Las detenidas, conocidas como ‘Las Babys del Tren’, replicaban las prácticas más crueles del Tren de Aragua, red criminal de la que serían remanentes activos.
Las víctimas, de 18 y 20 años, relataron a la División contra la Trata de Personas que eran golpeadas con bates de béisbol, electrocutadas con cables pelados y sometidas a castigos por no cumplir órdenes mínimas, como no tirar la basura o comer sin permiso. Incluso debían realizar rutinas de ejercicios forzados y mantener un peso corporal específico, bajo amenaza de sanciones.
El inmueble ubicado en el Callao, donde las jóvenes permanecían encerradas, funcionaba como una especie de cuartel. Las víctimas no podían salir sin permiso y eran vigiladas mediante cámaras de seguridad internas. Un grupo de mujeres autodenominadas “madres” o “cuarteleras” controlaba cada uno de sus movimientos. Todo era registrado en un chat grupal llamado “Jehová es amor”, donde también se dictaban sanciones económicas y castigos físicos.

“Ya habían pagado la deuda impuesta, pero las volvieron a multar bajo pretextos absurdos. Ahí fue cuando pidieron ayuda”, reveló el coronel Jean Bergerot. Las jóvenes eran forzadas a entregar todas sus ganancias y, si incumplían, las amenazaban con romperles las piernas o denunciarlas ante migraciones.
En el operativo, la Policía incautó un teaser de electrochoque, bates de béisbol, varas metálicas retráctiles, una réplica de pistola, cuadernos con los nombres de las víctimas, vouchers de pago y dispositivos usados para aplicar descargas eléctricas. También hallaron símbolos tatuados en algunas víctimas, empleados para marcarlas como “propiedad” de la red.

DE VÍCTIMAS A VICTIMARIAS
Lo más estremecedor es que las responsables de estos abusos fueron, en algún momento, víctimas del mismo sistema. Según la PNP, Las Babys del Tren eran todas extranjeras menores de 22 años que habían sido captadas en años anteriores por la misma red criminal. Con el tiempo, asumieron roles de control en Lima, particularmente en zonas codiciadas por mafias como Lince.
Bajo las órdenes de un sujeto identificado como ‘Javivi’ y su pareja Freidysmar Marsiglia, alias ‘Mamá’, las jóvenes se convirtieron en supervisoras, recaudadoras y verdugos. “Han escalado posiciones dentro de la organización, y ahora replican la violencia que alguna vez sufrieron”, explicó el coronel Bergerot.
Las cinco detenidas están bajo disposición de la Fiscalía Especializada. Las dos víctimas rescatadas permanecen bajo protección, pero se sospecha que hay más mujeres sometidas por esta misma red, incluso menores de edad que habrían sido trasladadas fuera de Lima para evitar futuras intervenciones.

LINCE, LA NUEVA PLAZA DEL HORROR
La zona de Risso, en Lince, se ha convertido en uno de los puntos más rentables para el comercio sexual en Lima, atrayendo a bandas criminales que imponen reglas violentas y cuotas diarias a las trabajadoras sexuales. Según la PNP, la competencia entre grupos ha incrementado el nivel de agresión y sofisticación de estas redes.
‘Las Babys del Tren’ lograron pasar desapercibidas por su apariencia joven y su perfil bajo, lo que les permitió operar sin levantar sospechas durante semanas. Ahora enfrentan cargos por trata de personas, tortura y crimen organizado. La Policía sigue investigando si hay otros integrantes vinculados a esta célula del Tren de Aragua operando en otras zonas de Lima.










