¿QUÉ PASÓ CON LAS ARMAS? Luego de que el programa ‘Cuarto poder’ revelara que 111 fusiles de guerra fueron manipulados, transformados y reconstruidos de manera artesanal, convirtiéndolos en armas hechizas dentro de las instalaciones de un almacén del Ejército, se han iniciado los pasos correspondientes para encontrar a los responsables.
En ese sentido, la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción presentó ante el Ministerio Público un requerimiento para el inicio de diligencias preliminares por la presunta comisión del delito de peculado doloso, atribuido a Ricardo Arístides Jaramillo López, en su calidad de jefe del Batallón de Material de Guerra 512 del Ejército Peruano, y los que resulten responsables.
“Esta solicitud busca esclarecer los hechos y también crear un precedente en la lucha contra la corrupción en las fuerzas armadas”, indicó.
La petición de la Procuraduría incluye la recolección de pruebas documentales y testimonios que permitan dilucidar las circunstancias de la pérdida del armamento.
Hace una semana, un reportaje de ‘Cuarto Poder’ mostró que 111 fusiles Galil 5,56 fueron manipulados y se les extrajeron sus partes originales, como el cajón de mecanismos, y las reemplazaron por componentes denominadas ‘hechizas’.
Todo se descubrió cuando, el 11 de enero de 2021, el entonces comandante EP Zanoni Durand ingresa como nuevo jefe del Batallón de Material de Guerra 512. Él sustituye en el puesto al comandante EP Ricardo Jaramillo, quien -durante la transferencia del cargo- entrega la documentación de las armas sin señalar ninguna novedad.
Sin embargo, Durand detecta que los 111 fusiles habían sido desmembrados y reemplazadas sus piezas originales por maquetas. Ante ello, notifica del hallazgo a su superior, el general de Brigada Mario Chávez Cresta, el hermano del actual ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta.
De acuerdo con ‘Cuarto poder’, Durand intenta que Inspectoría del Ejército haga una investigación y tome medidas, pero el general EP Mario Chávez le exige a su subordinado le entregue un informe detallado.
Tras ello, Chávez Cresta ordena sancionar al comandante Jaramillo con 8 días de arresto simple porque no informó sobre este grave hecho, pero el denunciado apeló y se le redujo la sanción.
Lo que llama la atención es que, de acuerdo con un documento, el 5 de noviembre de 2021, unos once meses después del hallazgo de las armas canibalizadas, el general EP Mario Chávez solicita que se cumpla con dar de baja al armamento mediante el método de destrucción, sin tomar en cuenta que estaba eliminando la evidencia de la denuncia.
El comandante Durand, quien hizo la denuncia, no estuvo de acuerdo con esa decisión. A través de un informe, él advierte que no es recomendable realizar los trámites de baja. El general EP Víctor Huertas, Subinspector del Ejército, indicó en el reportaje que esa medida no se concretó.
A inicios del año 2022 se nombra al general EP Aldo Cornejo como nuevo jefe de Material de Guerra del Ejército y él ordena que Inspectoría efectúe un nuevo inventario detallado del material que existía en el batallón 512. Los resultados confirman el hallazgo del comandante Durand.
Recién tres años después, el 17 de enero de 2024, la Procuraduría del Ejército denuncia ante el Fuero Militar la canibalización de los 111 fusiles Galil, pero incluye en la denuncia al oficial Zanoni Durand, quien se percató y notificó del hecho a sus superiores. Incluso, el denunciante fue pasado al retiro en el 2023 por renovación, mientras que Ricardo Jaramillo sigue trabajando en el Ejército.
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