Su última acción fue propia de un héroe. Jhon Mendoza Choque (26) se encontraba haciendo las tareas con su hijo de nueve años cuando, de pronto, un auto se despistó en la parte alta del cerro y cayó sobre su casa, que tenía techo de calamina, en Independencia. Antes de morir aplastado, el hombre empujó hacia un lado al menor y lo salvó.
Era la medianoche. Había toque de queda, es decir, nadie debía estar en la calle. Pero Juan Astocondor (43) y otro amigo hicieron caso omiso a ello. “Han estado tomando desde la tarde en diferentes lados hasta que decidieron irse a casa”, dijeron vecinos.
Al desplazarse por el jirón Apurímac, en El Ermitaño Alto, el carro, de placa JO-9536, se salió de la vía y cayó cuatro metros.
“Jhon y su hijo estaban en la sala. Gabriela Falcón, pareja de Jhon, preparaba la cena en la cocina. Su otro hijo y los hermanitos de ella estaban en los cuartos. Al caer el auto, Jhon empujó a su hijo”, acotaron familiares.
Jhon Mendoza, comerciante y sostén de la familia, quedó debajo del carro. El pequeño a un lado, con golpes. Ambos fueron rescatados por parientes y vecinos. Jhon murió al llegar al hospital.
Astocondor y su amigo quisieron fugar, pero fueron atrapados por los moradores. “Arriba, en la vía, había un muro, pero desapareció por culpa de las obras de desagüe y luz”, acotaron los moradores, quienes, carteles en mano, exigieron justicia por lo sucedido.