Estuvo muchos años en la cárcel, pero cuando salió dijo que se había rehabilitado y se fue a vivir a la casa de su madre. Todo era mentira. Víctor Gabidia (31), ‘Orejas’, obtuvo su libertad hace cuatro meses y, en vez de tomar el camino del bien, se convirtió en cabecilla de ‘Los Raqueteros de Santa María’, banda que operaba en San Juan de Lurigancho y con la cual asaltó a dos enfermeras y robaba mototaxis.
A los dueños de los vehículos les exigía 5 mil soles para devolvérselos, caso contrario los desmantelaba y con esas piezas hasta armaba otras unidades.
Uno de sus delitos fue el 15 de octubre. Un delincuente encañonó a dos enfermeras en la urbanización Mangomarca y les quitó sus celulares. Luego fugó con un cómplice en moto. También se llevó un mototaxi estacionado en un mercado.
Policías del Grupo Terna del Escuadrón Verde de Lima se propusieron capturarlo y así lo hicieron. ‘Orejas’ fue sorprendido con dos personas en un mototaxi y se escondió en casa de su mamá, en el asentamiento humano Javier Pérez de Cuéllar. “Hijo, cambia”, le decía ella.
Para ingresar, los agentes rompieron la puerta a patadas y otros arriesgaron su vida al caminar por la cornisa del segundo piso para entrar por las ventanas. Algunos treparon los techos hasta que lo encontraron.
“Salió hace cuatro meses del penal de Lurigancho habiendo aplicado la conversión de la pena, llamada terminación anticipada. Estuvo dos veces preso”, dijo el jefe del Escuadrón Verde, coronel Carlos López Aedo.
A ‘Orejas’ se le halló en su habitación una pistola y cien municiones. También dos motos que usaba en sus delitos. En una covacha alejada había dos mototaxis robados y un cementerio de autopartes.
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