Los atacaron sin piedad en su propio barrio. Apenas se asomaba el ‘Día de la Inmaculada Concepción’ (8 de diciembre) cuando feroces desconocidos venezolanos sembraron el terror en todo un barrio en Salamanca, Ate. Ellos asesinaron de 22 balazos a un joven miembro de la FAP y su primo en una descomunal gresca en la vía pública.
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La tragedia fue a las 2:30 de la madrugada en la cuadra 1 del jirón Sicuani en urbanización Salamanca. Manuel Armando Coveñas Aybar (20), en aparente estado de ebriedad, había salido de su domicilio a encontrarse con un amigo y se le cruzaron dos venezolanos. Discutió con ellos y quiso botarlos de su barrio. Agarró un machete de cocina y un cuchillo e intentó atacar a los extranjeros. Primero golpeó a uno de ellos mientras lo sacaba a empujones de la cuadra.
Instantes después, aparecieron dos motos lineales, una de ellas con tres ocupantes, dos bicicletas con otro sujeto y más extranjeros corriendo al lugar. Un vecino de la zona avisó a la familia de Manuel Coveñas del ataque y su primo Víctor Anthony Álvarez Cervantes (26), miembro de la FAP, quien hace unos días celebró su cumpleaños, sacó su arma de fuego y salió a la calle para defender a su pariente.
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Entre el jirón Sicuani y Buenos Aires, a media cuadra donde se inició el pleito, empezó otra pelea. Víctor Álvarez, hizo varios disparos para dispersar a los violentos extranjeros. Esto encolerizó más a los venezolanos quienes lo atacaron a balazos. Al verlo ensangrentado en el piso, le robaron su arma, patearon en reiteradas veces y le dispararon otros tres tiros en la cabeza. Lo dejaron agonizando.
Manuel Coveñas, nunca se percató que su primo había sido herido mortalmente, y caminaba de un lado a otro mostrando a sus rivales las armas blancas que tenía en la mano derecha y la pasaba a la mano izquierda.
Dos feroces extranjeros subieron a una moto lineal y desde dicho vehículo, uno de ellos disparó directamente a Coveñas Aybar, quien cayó a la pista y murió instantáneamente, a un metro de su agonizante primo-hermano Víctor Álvarez.
Entre 8 a 10 extranjeros abordaron motos lineales, bicicletas para escapar de la escena. Otros huyeron corriendo en la misma dirección de sus compatriotas.
Los familiares de ambos jóvenes salieron de sus viviendas y vieron con horror la terrible escena. Vieron sin vida a Manuel Coveñas Aybar, y corrieron a ver a Víctor Anthony, y al sentirlo con vida lo trasladaron al hospital Hipólito Unanue, pero llegó sin vida.
Peritos de criminalística y el fiscal de turno llegaron al lugar para realizar las diligencias. Hallaron 22 casquillos en la escena. Los policías de la División de Investigación de Homicidios de Dirincri, llegaron y se hicieron cargo de las investigaciones. Solicitaron los videos de negocios y viviendas aledañas a los vecinos y son analizados para atrapar a los asesinos.
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