Hace trece años, Marco Antonio Gallegos Gonzales lo tenía todo. Fama, dinero, amigos y popularidad. No solo era el estilista de las estrellas y uno de los presentadores del programa ‘Hola a todos’ de ATV, sino que tenía una cadena de peluquerías en Lima, Cusco, Arequipa y Trujillo, así como una revista como en esa época ostentaban Magaly Medina y Gisela Valcárcel. Pero le faltaba el amor.
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Estaba siempre rodeado de jóvenes guapos y musculosos, a los que llamaba de modo cariñoso sus ‘descubrimientos’. Uno de esos efebos que no se separaba de él como la mosca a la miel sería su perdición. Se llamaba Jorge Luis Glenni Ponce (21).
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El 9 de julio del 2009, Marco Antonio había celebrado por todo lo alto su cumpleaños al lado de gente de la televisión, cantantes, modelos, peluqueros como él y toda la fauna del llamado ‘Chollywood’. Él no sabía, pero sería el último que celebraría.
Al día siguiente se citó con Glenni, quien había sido su trabajador y amante, en su departamento de la calle Choquehuanca, en San Isidro. El muchacho llegó a las 9 de la noche. Previamente había tramado con sus amigos de barrio Miguel Ángel Velásquez Zarazu (24) “Pachón” y Jordan Antonio Pacheco Huamanchumo (19) “Jordan”, robar en la casa del estilista.
El plan era simple, mientras Jorge Luis llevaba al segundo pido a Marco Antonio para distraerlo, uno de sus cómplices entraría para robar joyas, computadoras y todo lo de valor. Afuera esperaría el tercero, Jordan Antonio Pacheco, como ‘campana’ y atento para manejar el carro que alquilaba para hacer taxi.
Pero nada funcionó. Mientras Glenni y el ‘peluquero de las estrellas’ tenían intimidad en su cuarto, un ruido alertó a la víctima que bajó raudo al primer piso. Allí se encontró con ‘Pachón’. Marco Antonio comprendió que le iban a robar y de defendió. Glenny y ‘Pachón’ lo arrojaron al piso, pero se resistía mucho. Uno de ellos lo golpeó en la cabeza con un adorno de cerámica y luego lo amordazaron. Incluso llegó a morder la mano de su amante.
Según el relato del muchacho, ‘Pachón’ le puso una bolsa en la cabeza y él lo ahorcó. Así terminó la vida del estilista.
En total robaron 15 mil soles, cinco relojes de colección, una computadora portátil, dos teléfonos celulares y ropa exclusiva valorizada en unos 30 mil soles. Según confesión de Jorge Luis, el mismo día del crimen fueron al Parque El Olivar de San Isidro. Allí se repartieron el dinero en efectivo. Glenni Ponce afirma que a él le tocó 3 mil soles y, luego, otros 1500 por la venta de todas las especies.
La mañana del 10 de julio Gallego Gonzáles no acudió al programa ‘Hola a todos’, que conducía con Katia Condos y Mathías Brivio. Encima, no contestaba su celular. Algo presentían sus familiares y amigos.
Cuando la Policía acudió a su casa, lo hallaron sentado en el sillón de su sala, maniatado de pies y manos. En la boca le habían introducido, para que no gritara, una camiseta del club Universitario de Deportes. Llevaba horas muerto.
Apenas la noticia se conoció, causó una conmoción en el país.
La captura de los asesinos fue en tiempo récord. A la Policía solo le bastó 72 horas. La laptop de Marco Antonio había sido vendida a un ingeniero, que de inmediato se comunicó a los detectives. El receptador reconoció al que se lo vendió como Jorge Luis Glenni, amigo del estilista. Al ser llevado a la Divincri, Glennu ya sabía que estaba acorralado. Sus huellas estaban en la computadora. Luego le mostraron los relojes de colección que fueron recuperados en el campo ferial Las Malvinas, de la Av. Argentina. Entonces se derrumbó y dijo: “Se nos pasó la mano, solo íbamos a robar nada más”. A las pocas horas cayeron sus cómplices.
El muchacho primero quiso justificarse diciendo que lo mató en un acto de celos y luego que se enfureció porque descubrió que la víctima tenía sida, pero nada de eso era verdad. Lo mató para ocultar el robo.
Luego de tres años de un largo proceso judicial, Jorge Luis Glenni Ponce fue condenado a 35 años de prisión, mientras su cómplice Jordan Pacheco, el más joven, solo 20. Quien resultó más golpeado fue Miguel Ángel Velásquez, ‘Pachón’, quien fue condenado a cadena perpetua.
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