
La Fuerza Aérea del Perú (FAP) enfrenta una crisis institucional tras descubrirse una red de falsificadores que usaba su nombre, sellos y firmas para ejecutar operaciones administrativas falsas. Los delincuentes suplantaban la identidad de oficiales y simulaban compras de repuestos aeronáuticos con documentos apócrifos, causando alarma dentro del Ministerio de Defensa.
La estafa salió a la luz luego de un operativo de la División de Investigación de Estafas y Otras Defraudaciones (Divieod) de la Dirincri. Agentes de la Policía Nacional intervinieron a tres presuntos miembros de la organización denominada ‘Los Falsos de los Repuestos Aeronáuticos’, que actuaban bajo la fachada de funcionarios de la FAP.
El golpe policial ocurrió en el cruce de la avenida Jorge Chávez con la calle Las Higueretas, en el distrito de Surco. Los capturados fueron identificados como Stephanie Francesca Ramos Boero (38), José Antonio Valladares Benavides (48) y Federico Espinoza Ordinola (36). Este último vestía un uniforme de oficial de la Fuerza Aérea al momento de su detención, lo que generó mayor sorpresa entre los agentes.
Dentro del vehículo Suzuki plomo, de placa ABB-379, la Policía halló cinco celulares y un paquete de documentos falsificados con los escudos y sellos de la institución castrense. Según las investigaciones, los tres implicados habrían realizado transacciones simuladas de adquisición de repuestos aeronáuticos para obtener ganancias ilícitas.
FAP RECHAZA USO FRAUDULENTO DE SU IDENTIDAD
Tras la intervención, la Fuerza Aérea del Perú emitió un comunicado en su cuenta oficial de la red X (antes Twitter), donde precisó que los involucrados no pertenecen a sus filas y que se ha iniciado una investigación rigurosa para determinar si existió alguna filtración de información o negligencia administrativa.
“El caso ha sido comunicado a la Inspectoría General de la FAP para llevar a cabo una investigación interna exhaustiva, determinar las responsabilidades correspondientes y tomar las medidas disciplinarias y administrativas severas”, señaló la institución en su pronunciamiento oficial.
Además, la FAP confirmó que se detectaron órdenes de compra y guías de internamiento adulteradas, elaboradas con sellos, timbres y firmas falsificadas del personal del Componente Aéreo del VRAEM. “No permitiremos que conductas delictivas externas socaven la integridad de nuestros miembros, ni comprometan la imagen de la institución”, enfatizó el comunicado.

El caso ya fue puesto en conocimiento del Ministerio Público, que recibió las actas de constatación y las copias certificadas de los documentos incautados. En paralelo, la Inspectoría General de la FAP ejecuta un proceso interno para esclarecer si hubo alguna falla que facilitara el accionar de la banda.
Por su parte, la Policía no descarta que existan más implicados en la red y exhortó a las empresas del sector aeronáutico a verificar cuidadosamente cualquier requerimiento o documento que lleve el sello de la Fuerza Aérea antes de concretar operaciones comerciales.
“La institución seguirá colaborando con las autoridades competentes para el esclarecimiento total de los hechos”, concluyó la FAP, marcando su distancia frente a uno de los casos de suplantación institucional más graves del año.
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