CAYÓ EL MONSTRUO. El último viernes fue traído a Lima, tras ser capturado en Bolivia, Maicol Deivy Liñán Arroyo (26), sujeto sindicado de ser el cabecilla de una banda que dopaba y violaba a jóvenes en fiestas desarrolladas en el distrito de Nuevo Chimbote (Áncash), en una de las cuales falleció el universitario Andrés Rodríguez Cruz (19).
Liñán Arroyo fue detenido el 17 de abril en el Puesto de Control de Achica Arriba, en Bolivia, y posteriormente expulsado de ese país, previa coordinación entre el Ministerio del Interior del Perú y el Ministerio de Gobierno del país fronterizo.
El llamado ‘Monstruo de los Sueños’ tenía una alerta roja emitida por Interpol al pesar sobre él una requisitoria vigente y orden de prisión preventiva por nueve meses, dictada por el Cuarto Juzgado de Preparatoria de la Corte de Justicia del Santa en Ancash.
Al parecer, este depravado sujeto seguía cometiendo sus delitos fuera del Perú, pues las autoridades bolivianas encontraron entre sus pertenencias dos blísteres de clonazepam, dos blísteres de levomepromazina y cinco pastillas de orfenadrina, usadas para dormir a sus víctimas.
El detenido es investigado por el delito de violación sexual de persona en estado de inconsciencia, con subsecuente muerte. Su detención se suma a la captura de otros tres varones y una mujer que ya cumplen prisión preventiva por nueve meses.
¿QUÉ DESTAPÓ EL CASO?
Hace cuatro semanas, Andrés Rodríguez Cruz, de 19 años, fue hallado muerto en un local campestre tras asistir a una fiesta privada organizada supuestamente por una banda criminal.
El joven había salido de su casa para dirigirse al gimnasio, sin embargo, fue invitado a una fiesta, donde se combinó el consumo de alcohol con sedantes y otras sustancias que resultaron fatales.
La Policía informó que la fiesta era un montaje para atraer a jóvenes, drogarlos y abusar sexualmente de ellos, y luego grabar los actos para distribuirlos en redes de pornografía.
¿CÓMO OPERABAN?
Según la Policía, esta organización criminal llevaba bajo engaños a sus víctimas a una supuesta reunión privada, los pepeaban, para atacarlos sexualmente y transmitían esto vía Telegram al extranjero. Además, grababan esta aberración como contenido pornográfico para venderlo.
Los detenidos fueron narrando uno a uno su función dentro de la organización criminal. Señalan que fueron 8 personas quienes perpetraron estos delitos. Tenían también a jóvenes mujeres que se encargaban de disolver las pastillas de clonazepam en las bebidas alcohólicas y hacer que las víctimas las ingieran. A ellas les pagaban 500 soles.
Todos ellos indicaron a la policía que el cabecilla es Maicol Deyvi Liñán Arroyo de 26 años, encargado de idear y planificar las fiestas del terror, él pagaba a toda la organización 500 soles a quienes cometían estos hechos aberrantes, y 400 a los encargados de conseguir a las víctimas para dejarlos a merced de estos depravados sujetos.