¿QUIÉN LA MATÓ? Blanca Reyna Lara, una joven de 20 años originaria de Virú, salió de La Libertad rumbo a Lima el pasado 19 de octubre y su familia no supo más de ella. El 22 de octubre sus restos fueron hallados en un contendor de basura, en Huachipa, pero recién días después su familia pudo confirmar que se trataba de ella gracias a un tatuaje del personaje animado Lisa Simpson. La Policía cree su expareja es el principal sospechoso del horrendo crimen.
Según reveló América Televisión, la División de Homicidios de la Dirincri encontró publicaciones hechas por un sujeto que le escribía con palabras afectuosas. La llamaba: amor, hija mía, hermanita.
Se trata de Pablo Valencia Román de 43 años, con quien Blanca habría mantenido una relación sentimental y que aparece en varios videos y grabaciones en el celular de ella.
Unos videos los muestran juntos, viajando en un bus mientras la joven mira el paisaje o haciendo canotaje. En otros momentos, Reyna fue grabada sin que lo sepa o evitaba ser captada.
Otro indicio que llamó la atención de la policía es que Valencia vivió, en el 2018, en la zona en la que aparecieron las extremidades superiores de Blanca.
El noticiero de América se comunicó con una vecina de Huachipa, que lo recordó así: “sé que trabajaba en una fábrica y se hacía pasar por argentino. Como vivía ahí, lo conocíamos de vista. Él vivía en la calle Los Brillantes”.
La ubicación del lugar donde vivió Pablo Valencia en el 2018 está a solo unas cuadras el lugar donde fueron encontrados los restos calcinados de la víctima.
El 15 de noviembre, agentes de la comisaría de Huachipa encontraron un tórax calcinado en la ribera del río Rímac. Según los peritos del Ministerio Público, este resto también sería de Blanca Reyna.
El inmueble donde vivió Pablo Valencia y los lugares donde se hallaron los brazos y el tórax se encuentran en la misma urbanización.
A la fecha, Valencia Román, quien se convierte en sospechoso de la muerte de Blanca Reyna, no tiene paradero conocido.
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