LA REINA DE LA PRISIÓN. Lucero Gabriela Hoces Cahuana, más conocida como ‘Doña Bella’, es una reclusa del Establecimiento Penitenciario Anexo Mujeres de Chorrillos, anteriormente llamado penal Santa Mónica, que dirigía una banda de extorsionadores que tenía amenazadas a más de mil familias del asentamiento humano Juan Sotomayor, en el distrito de Mi Perú, en el Callao.
Según reveló el programa ‘Punto final’, la mujer cobraba, por intermedio de sus cómplices, 150 soles por el servicio de electricidad y 50 soles por agua a los vecinos, pero todo era a través de conexiones clandestinas. Los que se negaban a pagar o se demoraban en abonar los montos establecidos, eran golpeados, sus pertenencias eran quemadas o sus precarias casas vandalizadas.
El coronel PNP Jorge Carpio, jefe de la División de Extorsiones de la Policía, señaló que los pobladores también pagaban una cifra mensual por derecho de posesión y otro monto por el servicio de instalación del servicio clandestino de agua y luz.
El jefe policial también confirmó que Hoces Cahuana sucedió a su fallecido esposo, Milton López Castro, en el negocio del cobro de cupos en Mi Perú. Él registraba denuncias por robo agravado, tráfico ilícito de drogas y extorsión, y fungía de dirigente vecinal. Fue asesinado hace un año en medio de denuncias de extorsión y tráfico de terrenos.
López Castro había tomado posesión del terreno, formó una seudo directiva, lotizó y vendió los terrenos sin tener un título de propiedad. Incluso, con el dinero de sus víctimas, construyó una casa de tres pisos a la entrada del asentamiento humano y desde ahí suministraba los servicios.
‘Doña Bella’ fue detenida hace un año debido a que una vecina la denunció ante la Policía luego de que no pudo pagar el dinero de la extorsión y los matones de la delincuente quemaron sus motocicletas.
Desde el penal seguía dirigiendo la red de extorsión. Sin embargo, esta semana fueron detenidos sus cómplices: Lay Alexander Aguilar Jara, quien es acusado de ser sicario de la banda y registra denuncias por extorsión, tenencia ilegal de armas y violencia familiar; Petronila Pacaya Pérez, secretaria de la organización criminal; y Rosa del Pilar Velásquez y Cecilia Guimaraes Maynas, quienes serían las contadoras de la banda.
Lucero Hoces Cahuana, de 32 años, fue capturada en octubre del año pasado, luego de cambiar notoriamente su estilo de vida a costa del temor de sus vecinos. En sus plataformas sociales aparecía acostada en su cama, ‘nadando’ entre billetes o junto con personajes de la farándula.
“Había instalado en su inmueble un transformador de luz gigante y proporcionaba [energía eléctrica] a todo el asentamiento Juan Sotomayor. Los pobladores pagaban 150 soles mensuales. Si multiplicamos ese monto por los mil moradores, da 150 000 al mes. Con ese dinero había construido un imperio”, describió en ese entonces el jefe de la División de Investigación Criminal del Callao, David Carranza.
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