
La violencia no se detiene en Lima. En una misma noche, delincuentes atacaron con explosivos dos colegios privados en los distritos de Comas y San Juan de Lurigancho, en lo que sería parte de una ola de extorsiones criminales que ahora tiene en la mira a las instituciones educativas.
Uno de los atentados ocurrió en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe, ubicado en la calle Libertad, en Comas. Cerca de las 2 de la madrugada, las cámaras de seguridad captaron a dos sujetos en moto que arrojaron artefactos explosivos en la entrada del local antes de huir a toda velocidad. La explosión causó daños materiales y sembró el pánico entre los vecinos.
Pocas horas después, en San Juan de Lurigancho, otro grupo de delincuentes atacó el colegio Liceo Pitágoras, ubicado en la avenida Ampliación Oeste, zona de Mariátegui. Allí, el estallido destrozó la puerta principal y rompió los vidrios del inmueble. Afortunadamente, los propietarios estaban dentro, pero salieron ilesos.

En ambos casos, se trataría de ataques relacionados con cobros extorsivos. En Comas, la directora del colegio Guadalupe reveló que recibe amenazas de una banda criminal que se identifica como ‘Los Injertos del Cono Norte’. Le exigen entre 50 mil y 100 mil soles para dejarla trabajar.
“Los mensajes llegaron al teléfono de la empresa. El mismo día también explotó una bomba en mi casa. Las amenazas son directas contra mi familia”, declaró. Por miedo, la directora decidió abandonar Lima y refugiarse en otra ciudad.
La Policía investiga si la misma banda estaría detrás del ataque en San Juan de Lurigancho.

CLASES VIRTUALES Y TEMOR
Tras los atentados, los colegios afectados suspendieron las clases presenciales. En Comas, más de 700 estudiantes del colegio Guadalupe pasaron a la modalidad virtual mientras se garantice su seguridad.
En un comunicado, la institución lamentó la falta de acción de las autoridades: “Nuestros hijos merecen estudiar sin miedo. Solo nos queda pedir a Dios que esta ola de criminalidad termine”.

Mientras tanto, padres de familia de ambos distritos exigen mayor protección y presencia policial para evitar más atentados.
La Policía Nacional del Perú (PNP) ha iniciado las investigaciones y no descarta que estos ataques formen parte de un nuevo patrón criminal, donde las bandas dedicadas a la extorsión ya no solo amenazan a comercios o transportistas, sino también a colegios privados.
Agentes de la Dirincri manejan la hipótesis de que los dos atentados podrían estar conectados, aunque aún no se ha confirmado si fueron perpetrados por la misma organización.











