“Lo tomo como un trabajo”, dice Randú, exmiembro de la Marina de Guerra del Perú, mientras habla desde un punto desconocido de Ucrania. Su casco militar y uniforme lo protegen del frío, pero no de los riesgos que enfrenta a diario en una de las guerras más sangrientas de los últimos años: la invasión rusa a territorio ucraniano.
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Desde hace dos años, Randú y otros compatriotas luchan en el frente de guerra como parte del ejército ucraniano, donde la paga —según él mismo asegura— puede llegar hasta los 4 mil dólares mensuales, dependiendo del nivel de riesgo.
“Si estás al frente, te pagan el dinero completo. Si estás atrás, es menos. El que quiera ganar eso tiene que estar donde disparan”, relata sin rodeos en una entrevista con Panamericana.
(Foto de FOCKE STRANGMANN / AFP)
Randú no está solo. Hay otros peruanos que firmaron contratos con el ejército ucraniano para prestar servicio en el frente. Los contratos son por tres años, pero según contaron a 24 Horas, cada soldado puede retirarse cuando lo desee.
La motivación es principalmente económica. No hay discursos patrióticos ni ideológicos. Solo la necesidad de mantener a sus familias en el Perú. “Esto es un trabajo como cualquier otro, solo que con armas”, señalan.
NO SON LOS ÚNICOS
En noviembre del 2024, un video estremeció las redes: se observa a un soldado peruano huyendo junto a un compañero de los drones bomba rusos. Los pequeños aparatos sobrevuelan su escondite en silencio, buscando el momento exacto para atacar.
El clip, grabado por los mismos combatientes, muestra la crudeza del campo de batalla moderno, donde los ataques no solo vienen de francotiradores o tanques, sino también desde el cielo, en forma de tecnología silenciosa y letal.
Según datos de El Comercio, al menos cinco peruanos murieron en el campo de batalla en 2023 y otro se encuentra desaparecido. Las cifras podrían ser mayores, ya que no existe un registro oficial ni público del número de compatriotas enrolados en el ejército ucraniano.
La mayoría llegó por decisión propia, motivados por la necesidad económica, algunos con experiencia militar previa, otros como voluntarios. El gobierno peruano no ha confirmado ni negado participación oficial de peruanos en esta guerra, ya que el reclutamiento ha sido gestionado directamente por Ucrania.
Desde el 24 de febrero del 2022, Ucrania resiste una agresiva invasión rusa. Pese a estar en desventaja numérica y tecnológica, el país ha mantenido sus líneas gracias a la valentía de sus soldados y la incorporación de combatientes de distintas partes del mundo, incluidos peruanos que ahora pelean una guerra que no es suya, pero que les da el sustento que necesitan.
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