Con todos los honores fueron sepultados los restos de los siete policías que fueron asesinados cobardemente por terroristas el sábado 11 de febrero, en una emboscada en el VRAEM.
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En la zona de Huachipa fueron despedidos los restos del suboficial Williams Quispe Anchay. Hasta el lugar llegaron altos mandos policiales para rendirles los honores correspondientes.
También en Ate, agentes de la Diroes despidieron al tecnico Alfredo Loayza Carbajal, cuyos restos descansarán en el cementerio de Santa Clara. De igual forma, el cuerpo el suboficial Iván Muñoz Huasabi ahora descansa en el cementerio Campo fe de Puente Piedra.
En San Juan de Lurigancho fueron despedidos los restos de Wilder Eliseo Conozco, mientras que en Huancayo, el féretro del técnico Luis Cerrón Palacios, fue llevado en hombros por varias calles.
Los restos del técnico Sandro Villegas Corahua fueron enterrados en su natal Acari, de la provincia de Caraverí en Arequipa. En tanto, el cuerpo del suboficial Juvenal Collahuacho Flores fueron despedidos en su natal centro poblado de Acco, El Carmen Alto; Ayacucho.
Y mientras los agentes asesinados en el VRAEM recibieron cristiana sepultura en sus localidades de origen, policías también enterraron al can Marquito, quien también murió por los disparos, con una cruz, que llevaba el siguiente mensaje: “Honor y gloria Marquito. Falleció el 11 de febrero del 2023″.
En la cuenta en Twitter de la policía también le dedicaron las siguientes palabras: “Gracias por tu lealtad y cariño canino. ¡Siempre te recordaremos!” Todo ello en medio de la solemnidad propia por la muerte de los siete valerosos policías.
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