Sus últimos momentos. El suboficial Darwin Condori Antezana fue captado por las cámaras de seguridad, en donde es visto caminando por varias calles de San Juan de Lurigancho, llevando una capucha, un morral y dos bolsas, aparentemente con comida.
Ingresó a un hostal en la cuadra 17 de la Av. Las Perlas, que se convirtió en su refugio tras el hallazgo de los restos cercenados de Sheyla Cóndor Torres, de 26 años, en su departamento en Comas el 16 de noviembre.
Al día siguiente, Condori adquirió una nueva línea telefónica para evitar ser rastreado, pero la policía continuó siguiéndole la pista. La investigación dio un giro inesperado con la muerte del feminicida el martes, aunque las indagaciones siguen en curso.
Se ha revelado que Condori planeaba trasladar y quemar los restos de Sheyla, utilizando un vehículo alquilado a otro policía el 14 de noviembre. Condori informó al policía del Escuadrón Verde de Lima Norte, donde también trabajaba, sobre el supuesto robo del auto alquilado, ofreciendo pagar el vehículo en partes y dejando su arma de fuego como garantía.
El trato final fue que Condori pagaría dos mil soles mensuales durante ocho meses por el auto robado, que aún no ha aparecido. Como se recuerda, este miércoles 20 de noviembre, los restos de Darwin Condori fueron retirados de la Morgue de Lima.
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