“La pelota no se mancha”, dice la frase histórica de Diego Armando Maradona. Sin embargo, ayer, durante una transmisión en vivo por Facebook, un sicario la tiñó de sangre tras irrumpir en un torneo relámpago de fulbito que se realizaba en una losa deportiva de San Juan de Lurigancho y asesinar de ocho balazos a uno de los futbolistas, en pleno partido.
De día (2 de la tarde) y delante de decenas de espectadores en las gradas, así como de ‘peloteros’ que esperaban su turno, el asesino llegó caminando a la cancha del asentamiento humano ‘Ciudad Los Constructores’, zona a la que algunos llaman ‘La Favela’, altura del paradero 5 de Mariscal Cáceres.
Aparentando que hablaba por celular y vistiendo una gorra blanca, polo negro y pantalón oscuro, el pistolero fue captado por primera vez detrás de la tribuna.
Un narrador deportivo, a través de su página de Facebook, transmitía en vivo el encuentro entre Constructores FC y Familia Canteño. El segundo tiempo iba a iniciar y en el campo ya esperaba el equipo rival.
Marco Antonio Arbulú Posadas (25), delantero del Constructores FC, estaba a un lado de las gradas, había terminado de tomar agua e iba a ir con sus compañeros a la cancha cuando vio a su verdugo que disparó al piso mientras corría.
En imágenes se ve que ‘Pachu’, como lo conocían, también corrió para escapar, pero el pistolero lo alcanzó.
Arbulú murió al lado de la losa, donde jugaba desde hace años. Su familia lloró al lado de su cadáver.
El homicida, según testigos, sería un tal ‘Galindo’. Huyó en una moto que lo esperaba a pocos metros. Otra unidad similar habría participado.
La víctima era hincha de Universitario e integraba la facción ‘Zona U Centro-La Tropa SJL 1993′.
La Policía investiga si se trató de un ajuste de cuentas por mafias de extorsionadores o es consecuencia de una guerra entre barristas de la ‘U’ y Alianza Lima.
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