Mercadito improvisado en estacionamiento de Ancón tras caída de contenedores al mar
Mercadito improvisado en estacionamiento de Ancón tras caída de contenedores al mar

¡Qué tal historia! Ancón, tierra de playa y ceviche, se ha convertido en escenario de un comercio tan insólito como peligroso: vendedores informales ofrecen productos rescatados del mar como si fueran saldos de galería. Todo esto tras la caída de alrededor de 50 contenedores en la bahía del Callao, cuando el buque taiwanés Ever Lunar perdió parte de su carga por un incidente aún bajo investigación.

Mira también:

Los vecinos no perdieron tiempo. Apenas vieron los enormes cubos metálicos flotando y reventando en la orilla, se metieron al agua sin pensarlo. Salieron con sacos, fardos y cajas repletas de artículos de belleza, maniquíes, toallitas, dispensadores y hasta lavadoras. Lo que era carga asiática de tiendas como Shein, Temu y Aliexpress, ahora se vende en un mercado improvisado en el estacionamiento del distrito.

Pescadores “cazan” mercadería salida de contenedores: Se apropian de objetos flotantes en la bahía
Pescadores “cazan” mercadería salida de contenedores: Se apropian de objetos flotantes en la bahía

TODO ESTÁ “REGALADO”

En el lugar, fardos se ofrecen desde cinco soles, cabezales para practicar trenzas se amontonan sobre mantas, y hasta hay bancas plásticas y electrodomésticos en remate. “Todo esto lo hemos sacado del mar. Lo limpiamos y lo vendemos. ¿Dónde está el delito?”, afirma una comerciante, mientras enjuaga con lejía un dispensador de alcohol todavía mojado.

Clientes no faltan. Gente llega desde temprano para comprar al por mayor. “Esta es la segunda vez que cargo el taxi”, dijo una señora, feliz con su botín. Algunos ya han empezado a revender en otras zonas, sin ningún control sanitario.

“Está con agüita, pero no importa. La gente lo enjuaga y ya lo usa”, dice otra vendedora a Canal N. Hay toallitas faciales, implementos de barbería y cajas selladas que aún huelen a mar. Todo esto sin pasar por Aduanas, Sanidad ni ninguna fiscalización. “No es robo, es oportunidad”, dicen entre risas.

DE LA OFERTA A LA CONTAMINACIÓN

Pero no todo es ganancia. La otra cara de esta historia es el grave daño ambiental. Las playas de Ancón y Conchitas amanecieron con restos de tecnopor, plástico y envoltorios esparcidos por la arena. Algunos materiales siguen flotando en el mar. Los vecinos temen que se repita una tragedia ecológica como la del derrame de petróleo que los afectó años atrás.

“Necesitamos que las autoridades intervengan. No puede ser que todo quede en manos de la informalidad”, denunció un residente.

Puerto del Callao permaneció cerrado por varias horas tras la caída de unos 50 contenedores en la bahía chalaca.
Puerto del Callao permaneció cerrado por varias horas tras la caída de unos 50 contenedores en la bahía chalaca.

¿Y LAS AUTORIDADES QUÉ?

Según la Marina, el incidente ocurrió por una densa neblina y posible ruptura de amarras del buque. El capitán del puerto del Callao aseguró que la carga no era peligrosa, pero la recuperación es compleja por el peso de los contenedores. Mientras tanto, la calle sigue funcionando como tienda libre de impuestos.

Y aunque el caso no tenga sangre ni disparos, hay algo que huele mal en este naufragio de responsabilidades. Porque lo que se cayó al mar ya tiene precio en la calle… pero nadie asume el costo ambiental.

TE PUEDE INTERESAR

SOBRE EL AUTOR

Los periodistas de la Redacción Trome informamos con la verdad y de una manera diferente, siempre pensando en ti. Tenemos lo que debes saber para mejorar tu vida, tu día a día. Información importante, interesante y útil. Sobre el Perú y el mundo, en deportes, espectáculos, familia, política y más.

Contenido sugerido

Contenido GEC