Emprendedor vende pescado frito en la noche en local ubicado en La Victoria

Atiende desde las 6 de la tarde hasta la 1 de la madrugada, y en su carta vende pescado frito y todo tipo de cebiches. Los platos son económicos y oscilan desde los 35 hasta los 120 soles

Emprendedor vende cebiche y jales en horas de la noche en su local, ubicado en La Victoria

Marco Gonzales

Actualizado el 22/04/2023, 08:00 a. m.

El peruano tiene buen apetito por naturaleza. Puede comer una leche de tigre, una parihuela de mariscos, un sudado de pescado, un chaufa de mariscos o unos choritos a la chalaca a cualquier hora del día. Es así que el emprendedor Juan Augusto Salas Incháustegui (56) no lo pensó dos veces y apostó por vender comida marina en horas de la noche en su local La Pescadería La Juanacha, ubicado en pleno corazón de La Victoria.

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Atiende desde las 6 de la tarde hasta la 1 de la madrugada, de martes a sábado, y su especialidad es vender pescados fritos enteros de casi un kilo, como: cabrilla, chita, lenguado, tilapia o pintadilla. El plato más pedido por sus comensales es la famosa jalea Juanacha, que consiste en un pescado de 700 gramos, chicharron de pescado y yuyo arrebozado, sarza, yuca y ensalada. “Este plato te deja repleto y con ganas de no moverte de la mesa. Terminas tan lleno que no vas a comer hasta por dos días”, bromea.

Este local se ubica entre las avenidas Parinacochas y Huánuco, y sus comensales llegan a esta cebichería por la buena sazón del popular ‘Juanacha’ y también porque los insumos son frescos y del día. “Yo mismo madrugo al Pesquero de Villa María del Triunfo, escojo las verduras del día para que los clientes puedan disfrutar de un buen plato”, comenta.

Salas Incháustegui se dedicó gran parte de su vida a representar a muchas figuras del espectáculo local, como Carlos Cacho, Melissa Klug, entre otros artistas. Ahora apuesta convertir su cebichería en el huarique de las estrellas. “Mi local será chiquito, pero cuando uno ingresa piensa que está en San Isidro o Miraflores. Todo es de primera aquí, desde la comida hasta las mesas”, cuenta Salas.