En la histórica quinta ‘El Buque’, en plena cuadra cuatro del Jirón Angaraes, en el Centro de Lima, se prepara un plato muy popular de un modo singular. En un brasero artesanal a fuego muy alto se cocina al carbón el pescado frito, que puede ser cabrilla, pintadilla, chita, mero, cachema o bonito en trozos, que se sirve con mote, yuca, salsa especial de la casa, y ensalada del norte que tiene como plato bandera el restaurante ‘Tío Candela’.
Para coser este sabroso potaje, la señora Roxana Saravia, conocida cariñosamente como la ‘Tía Charito’, prepara el brasero con dos horas de anticipación, enciende el mechero de aserrín, verifica la calidad del carbón y atiza el fuego para que el pescado quede dorado y crujiente. A esta curiosa preparación se le añade el peculiar que el comensal puede elegir su propio pescado, que reposa en un conservador lleno de hielo.
Doña Charito cuenta que este negocio lo inició su padre, que vendía su famoso pescado frito en un puestito en la calle. Con el tiempo, se animaron atender en mesitas en un localcito pero sin dejar la tradición de cocinar el pescado en el brasero artesanal y manteniendo la receta secreta de casa.
“Nuestra sazón es única, es la misma que tenía mi papá hace más de 50 años. Los vecinos ya nos conocen, incluso, hacen su reserva un día o dos días antes para probar y no estar haciendo colas”, comenta la “Tía Charito”.
Sepa que:
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