LA BÚSQUEDA DEL SUEÑO AMERICANO SE CONVIRTIÓ EN PESADILLA. Ana Vidal Giraldo, una joven peruana de 28 años, fue asesinada en Sonora el último 15 de febrero, cuando intentaba llegar a la frontera con Estados Unidos, pero a pesar de que ha pasado casi una semana del terrible crimen, sus restos permanecen en México.
Es por ello que sus familiares piden ayuda a la Cancillería para repatriar el cuerpo de la joven, quien tenía la intención de llegar a Estados Unidos para brindarle una mejor vida a su familia.
Ella, junto a otros 14 inmigrantes, abordaron tres camionetas, pero, lamentablemente, al llegar al estado de Sonora, sicarios que vestían uniformes militares los interceptaron y empezaron a disparar a matar.
Ella murió de manera instantánea, al igual que un menor ecuatoriano y una ciudadana de Honduras. Su hermano Carlos sobrevivió.
Los criminales quemaron los vehículos y hasta lanzaron uno por un barranco.
En San Juan de Lurigancho, la mamá de Ana Vidal y sus demás familiares piden a las autoridades que ayuden a acelerar los trámites de repatriación de sus restos.
“Mi hija era padre y madre, para mi nieta y también cuidaba de mí, ahora la perdí. Mi hija, ¿dónde está?; quiero que me la entreguen, para por favor para darle una cristiana sepultura”, pidió entre lágrimas Eva Giraldo.
Sus familiares y vecinos pidieron que su cuerpo regrese al Perú lo más pronto posible. También exigieron que se realice una rigurosa investigación para determinar el móvil del atentado y quiénes fueron los responsables
Carlos Rossi, cónsul de Perú en México, aseveró que el gobierno mexicano cubrirá los gastos de la repatriación de Ana.
Rossi pidió a los peruanos no “aventurarse” en el ‘sueño americano’, debido a que es un riesgo para el ciudadano y reveló que existen otros casos similares que generan preocupación.
“No es este el primer caso. Tenemos, en los últimos seis meses, seis connacionales fallecidos, tanto en manos de grupos criminales como por accidentes por carretera”, precisó.
Contenido GEC