La anemia puede afectar en distintas etapas de la vida, incluso a mujeres que ya dieron a luz y se encuentran en la etapa de lactancia. Aunque amamantar no la provoca directamente, existen otras causas que pueden desencadenar esta condición y repercutir tanto en el bienestar físico como emocional de la madre.
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¿Las mujeres lactantes pueden tener anemia?
Sí, es un riesgo elevado; sin embargo, no tanto como durante la gestación, en esta etapa el porcentaje es mucho más alto.
¿Qué factores pueden desencadenar anemia en una mujer lactante?
Son varios. Puede deberse a un bajo nivel de hierro durante el embarazo o a una hemorragia en el parto. Además, en esta etapa la demanda de hierro es alta y, si las reservas de la madre no se reponen adecuadamente, puede desarrollarse anemia en el posparto.
Entonces, ¿es fundamental el cuidado de la madre durante el embarazo?
Por supuesto, tanto durante como después. De hecho, toda mujer en edad fértil debería recibir suplementos de hierro de manera preventiva, más aún si está embarazada o en periodo de lactancia.
¿Qué tipo de anemia es más frecuente en madres lactantes?
La ferropénica, por deficiencia de hierro, es la más común; no obstante, también pueden presentarse anemias por falta de folato (ácido fólico) y vitamina B12, entre otras.
Alimentación durante la lactancia. Foto: Istock.
¿Cómo repercute en el bebé?
Aunque la leche materna mantiene su calidad básica, las anemias graves asociadas a carencias de vitaminas pueden empobrecerla y repercutir directamente en la nutrición del lactante.
¿La anemia puede aumentar el riesgo de depresión posparto?
La anemia posparto puede aumentar el cansancio y predisponer a bajo ánimo materno, pero por sí sola no causa depresión posparto. Este trastorno responde a múltiples factores biológicos, psicológicos y sociales.
¿Cuál es el tratamiento?
Depende del tipo de anemia diagnosticada. Cuando se trata de la ferropénica se receta hierro, que no está contraindicado durante la lactancia.
¿La vitamina C ayuda a absorber mejor el hierro?
Sí, favorece la absorción y también reduce el riesgo de que otros componentes de la dieta bloqueen al hierro. No es indispensable, pero si se consume es un plus.
¿Qué medidas preventivas se pueden tomar desde el embarazo para reducir el riesgo de anemia en la lactancia?
Es clave mantener una dieta variada que incluya carnes, hígado, pescado, legumbres, huevos y verduras de hojas verdes, y acudir a los controles prenatales para detectar deficiencias y recibir los suplementos indicados por el médico.
DATITO
Es fundamental no automedicarse ni aplicarse hierro por vía intravenosa sin autorización médica, especialmente durante las primeras semanas de gestación.
