Cerca de la comisaría El Indio y a pocos metros de su vivienda, un obrero de construcción civil fue asesinado de cuatro balazos por cuatro criminales que estaban en motos y en un auto en el distrito de Bellavista, en la región Piura. Los familiares de la víctima sostienen que el móvil del crimen sería una venganza por un homicidio que culparon a esta.
Según informó la Policía, el ataque ocurrió a las 10:00 p.m. del viernes. Juliát Jon Távara Zurita (35) salió de su casa ubicada en la calle Nº 2 en el asentamiento humano El Indio para encontrarse con una amiga.
Zurita avanzó solo unos metros y fue interceptado por cuatro sujetos, dos de ellos en igual número de motos y los otros dos estaban en una mototaxi, que, al parecer, lo esperaban que saliera de su casa.
Los criminales, sin mediar palabra alguna, le descerrajaron siete tiros a la víctima de los cuales cuatro le cayeron en la espalda. Luego, los asesinos fugaron.
El obrero, aún con signos de vida, fue conducido por sus familiares y con ayuda de la Policía al hospital Cayetano Heredia. El médico de turno se limitó a certificar su deceso.
Carmen Salazar Zurita (38), hermana de la víctima, contó que su ser querido recibió una llamada en su celular de una mujer, a quien conoce como “Liliana”, la misma que lo habría centrado para que los criminales acaben con su vida. “Estaba en mi casa y lo llamó una mujer. Cómo sabían los asesinos que mi hermano caminaba por esa calle, es porque la mujer lo centró”, dijo.
Los deudos señalaron que todo se trataría de una venganza debido a que Távara Zurita, en enero del 2017, fue acusado de participar en el crimen del obrero Marco Palacios Gonzáles (33), a quien asesinaron de una puñalada en el corazón. “A mi hermano lo acusaron de matar a Palacios Gonzáles, y por eso lo han matado en venganza, pero él (fallecido) no lo mató, porque si no hubiera estado preso, pero la Policía no hizo nada para proteger a mi hermano”, refirió Carmen Salazar.