Durante su larga estadía en Chiclayo, el papa León XIV encontró en la gastronomía local un motivo para quedarse. Uno de sus mayores placeres fue el tradicional frito chiclayano.
Durante su larga estadía en Chiclayo, el papa León XIV encontró en la gastronomía local un motivo para quedarse. Uno de sus mayores placeres fue el tradicional frito chiclayano.

Durante su larga estadía en Chiclayo, el encontró en la gastronomía local un motivo adicional para quedarse. Uno de sus mayores placeres terrenales fue, sin duda, el tradicional frito chiclayano, platillo que se convirtió en su desayuno preferido mientras se hospedaba cerca de la catedral.

Restaurante que visitaba el papa León XIV

Así lo reveló Carlos López, jefe de salón del restaurante El Trébol, un local ubicado justo frente al templo principal de la ciudad. En una entrevista para América Noticias, el trabajador contó con entusiasmo que el pontífice visitaba el lugar a diario: “En el desayuno pedía su jugo de papaya y su tradicional frito chiclayano”, recordó.

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¿Qué tiene el frito chiclayano que conquistó al papa?

El frito chiclayano es un plato típico del norte peruano y, como lo explicó López, “consiste en carne de cerdo sancochada, prefrita, acompañada con camote, yuca sancochada y una zarza criolla”. Su sabor intenso y su preparación tradicional hicieron que el papa se rindiera ante esta delicia local.

Aunque también solía disfrutar de cabrito con loche y caldo de gallina en otras comidas del día, el desayuno con frito era una especie de ritual. La conexión entre el papa y el plato fue tan profunda que el propio López recuerda el impacto que le causó: “Comía rico y se iba feliz”, aseguró.

Frito chiclayano. (Foto: Restaurante El Trébol/ Facebok)
Frito chiclayano. (Foto: Restaurante El Trébol/ Facebok)

Más que un comensal habitual

Lejos de protocolos y formalidades, el pontífice se comportaba como un cliente más. “Se le atendía como cualquier comensal, lo bueno: no te dejaba una buena propina, pero sí te dejaba la bendición”, dijo entre risas López, destacando la humildad del papa.

Su presencia dejó una huella imborrable en El Trébol. “Él era una de las personas amables, tenía una voz que transmitía paz, se despedía amablemente y te daba su bendición”, agregó el mozo, quien también recordó que a veces venía acompañado de sacerdotes y monjas.

Hoy, el restaurante El Trébol no solo es conocido por su cocina tradicional, sino también por haber sido el lugar donde el papa León XIV saboreó uno de sus platos favoritos cada mañana: el auténtico frito chiclayano.

León XIV trabajó por varios años en Perú y solía frecuentar un local en Chiclayo, donde pedía su desayuno favorito. (Foto: AFP / Captura de video)
León XIV trabajó por varios años en Perú y solía frecuentar un local en Chiclayo, donde pedía su desayuno favorito. (Foto: AFP / Captura de video)

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