Un nuevo feminicidio estremece nuestro país. Tras largas jornadas de búsqueda y angustia, los familiares de Dalila Mandujano encontraron su cuerpo enterrado en un costal entre sembríos de naranja en Santa Rita Baja, Inambari, em la región Madre de Dios.
La mujer había estado desaparecida desde el 10 de junio y las sospechas recaen sobre su pareja, Agapito Rufino Blas (32), con quien Dalila mantenía problemas desde hace varios meses.
La denuncia realizada desencadenó en la fuga del sospechoso, quien habría confesado el asesinato a uno de sus hermanos, mientras que a los familiares de la víctima les dio otra versión para facilitar su huida.
Los parientes de Dalila velaron sus prendas y fotografías durante tres días debido a la falta de recursos para trasladar el cuerpo. La madre de la víctima ha solicitado apoyo para llevar los restos de su hija a su natal Huánuco.
El hecho de violencia habría afectado también a la hija de la víctima, quien fue presuntamente ultrajada sexualmente, según confirmó Virginia Rojas, encargada del programa Aurora, del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
La adolescente, hija de la víctima, está ahora junto a su familia materna, protegida, según aseguró Rojas.
“Como MIMP hemos solicitado medidas de protección al Juzgado Mixto de Mazuko para que la adolescente pueda estar plenamente segura con su familia. Tiene 13 años”, detalló la funcionaria.
La Policía ha iniciado operaciones para capturar al presunto feminicida y que responda ante la justicia.
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