El Defensor del Pueblo Walter Gutiérrez llegó hasta la zona cercana al kilómetro 980 de la Panamericana Norte, donde se encuentra instaladas más de 300 familias damnificadas, que lo perdieron todo en la inundación del caserío Santa Rosa, del distrito de Cura Mori, en Piura.
Gutiérrez constató las difíciles condiciones en las que viven estas más de mil de personas, entre ellas 200 niños.
Estos pobladores de Piura le mostraron que no cuentan con agua, ni letrinas para hacer sus necesidades, además, requieren de más vías de acceso a este lugar.
También le pidieron su apoyo para poder quedarse en esta zona y ser formalizados, ya que su comunidad se encuentran cerca al río Piura y temen que pueda ocurrir otro desborde.
"Pedimos la llegada de personal médico. Ya que muchos niños se han enfermado desde nuestra llegada", contó uno de estos pobladores de Piura.
Los damnificados le mostraron su preocupación debido a que este lunes 17 de abril se reinician las clases en Piura y sus hijos no van a poder asistir.