Sin importarle que el chofer había muerto, decenas de pobladores robaron cientos de galones de gasolina de un camión cisterna con combustible que había volcado en la vía Azángaro-Juliaca, en la región Puno.
Los moradores tampoco repararon que en cualquier momento el vehículo podía estallar y achicharrarlos.
Horas antes, la noche del lunes, el camión cisterna, de placa de rodaje D3F-829, volcó aparatosamente a un lado de la carretera, a la altura de la comunidad campesina Santa Ana, en Juliaca. El conductor, aún no identificado, salió disparado por el parabrisas y murió al instante al impactar contra el suelo.
CON BALDES Y GALONERAS
Al percatarse de lo que había pasado, los vecinos, entre adultos, mujeres y niños, llegaron presurosos con baldes y galoneras a llevarse la gasolina hasta prácticamente vaciar su contenido.
Efectivos de la Policía y del serenazgo llegaron al lugar, pero solo se dedicaron a mirar, pues los comuneros los superaban en número y estaban belicosos.
El fallecido había sido puesto a un lado y cubierto con una manta a la esperar de la presencia del fiscal de turno para que orden su traslado a la morgue de Juliaca.
OTRO ACCIDENTE
Y en Azángaro, otro vehículo se despistó y cayó al lago Arapa, dejando un muerto. Se trata de Melecio Cristóbal Quispe Kali (47), quien conducía el vehículo con placa de rodaje D0J-500. A la altura del sector Lajas, en la comunidad campesina Impuchi, el chofer perdió el control de su unidad, se despisto y cayó a las orillas del lago.
Comuneros alertaron a la Policía del accidente, pero cuando llegaron a la zona encontraron al chofer sumergido en las frías aguas, sin vida. El camión, en tanto, estaba de lado.
Horas más tarde, los agentes levantaron el cadáver y lo condujeron a la morgue, sin la presencia del fiscal, lo que fue muy criticado por los vecinos.