Digno de imitar. Un grupo de policías de la Unidad de Protección de Carreteras de Ica realizaron una noble acción cívica y entregaron regalos a más de 300 niños de diversos centros poblados alejados del distrito de Humay en la provincia de Pisco en Ica.
Policías al mando de comandante PNP Max Zeballos Águila y de la capital PNP Melannie Cabrera Peralta, acompañados de varios colegas que se unieron a esta noble causa e iniciativa, lograron recaudar los obsequios, muchos de ellos donados, y los llevaron a los centros poblados de Auquix, Huaylla Grande, Huaylla Chica, Letrayoc y San Vicente, lugares alejados a varios kilómetros del distrito de Humay en la provincia de Pisco.
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Allí se realizó una acción cívica conmemorando a Santa Rosa de Lima, patrona de la Policía Nacional, y se hizo entrega de cada presente a los niños. Dicha reunión se realizó para obtener mayor confianza y afianzar los lazos de Binomio policía-comunidad.
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La actividad se realizó respetando los protocolos de bioseguridad y se conminó a su vez a la población a cumplir con dichos protocolos para evitar contagio de COVID-19.
Dos persistentes madres de Pisco (Ica), en el marco del Día de la Mujer, representan a miles de luchadoras y mujeres peruanas emprendedoras que, a pesar de la pandemia por el COVID-19 lograron reinventarse empresarialmente para generar ingresos en esta situación. Ellas aprovecharon la oportunidad que les brindó el programa Pisco Emprendedor de Camisea para adaptarse a los nuevos tiempos.
Nadia Hernández vivió momentos duros, uno de ellos fue cuando su esposo e hijos se infectaron de COVID-19 en junio y julio de 2020, durante la primera ola de contagios; incluso, sus vecinos y familiares les dejaban víveres en la puerta de su casa por su graves situación económica. Ella cuenta que tuvieron mucha fe, siguieron la medicación y se recuperaron.
Por su parte, Pamela Quispe, recordó cómo amigos suyos (emprendedores), se contagiaron por este mal cuando salieron a vender sus productos. Ella vivió en carne propia el desplome de sus ventas.
Antes de la pandemia, Hernández producía mensualmente más de 500 litros de yogurt artesanal de diversos sabores; ahora, no llega ni a los 200, pero se reinventó, elaborando y vendiendo queques, pasteles y tortas de yogurt para las familias cercanas o conocidos a su pueblo Montalbán, en el distrito Independencia. Ahora goza de mejores tiempos financieros.
A través del programa Pisco Emprendedor de Camisea, llevaron capacitaciones de costos, precios, marketing y mano de obra, además, se dieron a conocer en la provincia pisqueña por las ferias del referido programa.
“Ahora usamos muchas redes sociales para vender, por ejemplo, Facebook o WhatsApp. Mi hija de 12 años me ayuda en la decoración. Les digo a todas las mujeres que se levanten con fuerza, porque allí hay un mundo por ganar, no se queden con los brazos cruzados”, indicó Pamela Quispe.
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