Las misas de Domingo de Ramos en Trujillo y Piura fueron dedicada ayer a los cientos de damnificados y fallecidos que dejaron las torrenciales lluvias y huaicos en nuestro país.
En Trujillo, el arzobispo de la ciudad monseñor Miguel Cabrejos, ofició la misa en la Catedral de esta ciudad, hasta donde llegaron los fieles.
Horas más tarde, Cabrejos se desplazó al distrito de Moche donde participó de la bendición de los ramos y acompañó en procesión a la imagen de Señor Triunfal de Moche, que fue llevada en un burrito.
En Piura, 250 refugiados en la casa de retiro del caserío San Jacinto, en Villa La Legua, participaron de la misa de Domingo de Ramos.
Madres con sus hijos en brazos y ancianos se concentraron en la plazuela del caserío San Jacinto, con las hojas de palmas para ser bendecidas por monseñor José Antonio Eguren.
Luego en caravana, acompañados por una burrita blanca, llegaron a la iglesia, donde celebraron la misa dedicada a las víctimas de las inundaciones.