Bomberos y policías fueron los primeros en donar sangre en la campaña “Los sueños también curan. Dona plaquetas y únete a su lucha” que lanzó el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja (INSN), para recolectar unidades y ayudar en el tratamiento de los menores con leucemias, linfomas y enfermedades complejas.
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Este último sábado 120 voluntarios realizaron la donación de plaquetas como parte del día Internacional de Lucha contra el Cáncer Infantil que se conmemora cada 15 de febrero. La directora general del INSN, Zulema Tomas, indicó que, la pandemia no ha impedido dar atención a los niños con diferentes enfermedades neoplásicas, al contrario, desde el inicio de la emergencia han atendido más de 500 niños nuevos con problemas hematológicos.
La leucemia es una de las principales causas de muerte en la población infantil. Según la Asociación de Hemato-Oncología Pediátrica del Perú, cada año hay 1.800 casos nuevos de menores con cáncer en el Perú. En el INSN señalan que necesitan al menos 10.000 unidades de sangre y plaquetas para cubrir la demanda. Un niño con leucemia requiere en promedio 200 unidades de plaquetas en aproximadamente tres años que dura su tratamiento.
El Instituto San Borja es un centro pediátrico especializado que desde el 2013 ha atendido a 2.210 niños y adolescentes, entre 0 y 18 años. Los pequeños pacientes reciben atención multidisciplinaria y pueden mejorarse con trasplantes. En el 2020, pese a la pandemia, realizaron 14 trasplantes de progenitores hematopoyéticos dándoles una segunda oportunidad de vida a estos pequeños.
Con la campaña se busca concientizar a la población y crear una cultura de donación de sangre en nuestro país.
El Comandante General de la PNP, César Cervantes Cárdenas y el Comandante General del Cuerpo General de Bomberos del Perú, Luis Ponce La Jara, no solo respondieron a la campaña, sino que cumplieron los sueños de dos niños que vienen batallando contra la leucemia. Gonzalo de nueve años se convirtió en policía. Recibió su uniforme y un diploma con el grado de Capitán. Se subió a un vehículo policial y salió a patrullar junto a los efectivos.
La pequeña Adriana de cinco años, se convirtió en bombera. También recibió su uniforme rojo, un diploma y un distintito. Ella estuvo en una máquina contra incendios y tuvo la oportunidad de dirigir un pequeño operativo bomberil. La doctora Zulema Tomas agradeció el gesto y desprendimiento de los efectivos de la Policía y de los bomberos, quienes también fueron los primeros donantes voluntarios de la campaña.
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