En el día de Todos los Santos, miles de familias visitaron los cementerios en el país, llevando flores y hasta cervecita y comida para recordar a sus seres queridos que descansan en paz.
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El lente de Trome pudo participar de esta hermosa muestra de afecto, y registrar los mejores y más emotivos momentos de este encuentro espiritual entre las familias peruanas, y sus seres queridos que ya partieron a la eternidad.
Toda la familia unida, para rendir homenaje a su pariente. Ocurrió en el Cementerio El Ángel (Foto: Violeta Ayasta)
Uno de los cementerios donde se vivieron momentos muy sentimentales, fue el de ‘El Ángel’, ubicado en Barrios Altos, en donde se pudo ver a una familia que acudió a visitar a su pariente, junto a una pequeña banda, quienes procedieron a tocar unas canciones, para que los familiares se unieran en un baile interminable en esta fecha.
Familia armó la fiesta en honor a su pariente. Llegaron con banda al Cementerio El Ángel (Foto: Violeta Ayasta)
Incluso, algunas otras familias contrataron pequeños grupos musicales para que toquen huaynitos y rancheras. Algunos hasta se animaron a bailar cumbias, huaynos y guarachas.
No faltaron las personas que llevaron latas y botellas de cerveza, así como otros tragos o cigarros, para brindar al pie de las tumbas.
Familiar sirve cerveza a su ser querido en el Cementerio El Ángel (Foto: Violeta Ayasta)
"¡Salud!" le dice esta pesona a su ser querido, durante su visita en el Cementerio El Ángel (Foto: Violeta Ayasta)
Situación similar se vivió en el cementerio de Surquillo, donde numerosas personas recordaron a sus familiares ausentes, llevando cuadros, flores, globos hasta los nichos.
EL MÁS GRANDE
Como ya es costumbre cada año, a las afueras del cementerio Virgen de Lourdes, también conocido como Nueva Esperanza, en Villa María del Triunfo, se montó una pequeña feria gastronómica donde se vendían diversos platillos, como pachamanca, patasca, anticuchos, chicharrones de chancho, picarones y otros.
Visión panorámica del cementerio Nueva Esperanza (Foto: Julio Reaño)
Se pudo observar que algunas familias llevaron ollas con comida, como arroz con pollo o carapulcra, que comieron alrededor de los difuntos.
En el Cementerio Nueva Esperanza se pudo observar que otra familia contrató a una banda, para bailar junto a sus familiares (Foto: Julio Reaño)
Cabe precisar que este cementerio es el más grande de Latinoamérica y el segundo más grande de mundo, al albergar más de un millón de nichos.
MILES DE RECUERDOS
Una viuda acudió a visitar a su difunto esposo, Manuel Antonio García, quien falleció el 12 de mayo del 2002. “Todos los años venimos (...) (Los primeros años) era muy triste”, dijo.
