¡Jalón de orejas a la población! Un panorama caótico se volvió a vivir el último martes en Lima Metropolitana durante el tercer día de la nueva cuarentena. Hubo gran congestión vehicular, paraderos repletos y numerosas personas caminando por las calles.
Como si fuera cualquier otro día en ‘hora punta’, por la mañana se reportó largas filas de autos y buses en la Panamericana Norte y Sur, Paseo de la República, Javier Prado, el Óvalo Grau y el Circuito de Playas.
“Parece que hubiera más carros que antes. Llevo media hora parado”, se quejó un taxista que iba a Puente Piedra.
En Puente Nuevo y Atocongo se repitieron las aglomeraciones de días pasados, pese la presencia de policías, militares y fiscalizadores. A varios se les impidió subir a los carros por usar mal la mascarilla o no llevar protector facial.
También se observó que las autoridades retiraron a algunos ambulantes de los paraderos. “Solo queremos trabajar para comer”, dijo una pobre señora.
El general Juan Olivera, director de tránsito de la Policía, informó que la cantidad de infractores va en aumento, pues colocaron 5 mil papeletas a peatones y 500 multas de tránsito (50 de 6 mil 450 soles por no contar con el pase vehicular).
Paúl Caiguaray, viceministro de Transporte, anunció que se mantendrán las autoridades del orden en los principales paraderos de Lima.
María Jara, titular de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), invocó a los ciudadanos a respetar las restricciones.
El ministro del Interior José Elice indicó que hay más de 2 millones de personas con pase laboral, ‘lo que demuestra una cantidad muy grande para las actividades permitidas’. Precisó que hasta ayer se intervinieron a 8 mil 217 ciudadanos a nivel nacional y que 837 terminaron en los centros de retención.
Además, aclaró que solo los policías pueden retener a los infractores y no los serenos, como denunciaron jóvenes en San Juan de Lurigancho.
Anoche también se vio gran afluencia de público y desorden en las estaciones del Metropolitano y Metro de Lima.
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