Una tarde que parecía tranquila se convirtió en tragedia en el corazón de Ayacucho. Parte de la cornisa de la iglesia Compañía de Jesús, uno de los templos coloniales más emblemáticos de Huamanga, se desplomó de forma repentina y cayó sobre una fila de personas que aguardaban frente al Banco de la Nación.
El impacto de los bloques de concreto fue devastador. Una mujer perdió la vida de inmediato y al menos tres personas resultaron heridas. Las víctimas fueron trasladadas de urgencia a diferentes centros médicos de la ciudad.
Testigos relataron que todo ocurrió en cuestión de segundos. Los transeúntes apenas tuvieron tiempo de reaccionar cuando los restos de la estructura se vinieron abajo, levantando una nube de polvo y dejando escenas de pánico entre quienes se encontraban en la zona.
La Policía Nacional del Perú (PNP) acordonó de inmediato el jirón 28 de Julio, a pocos metros del Centro Histórico, mientras peritos de la Fiscalía comenzaron las diligencias para determinar las causas del colapso.
De acuerdo con información difundida por Canal N, las fuertes lluvias registradas en los últimos días habrían debilitado parte de la estructura del templo. La cornisa afectada formaba parte de la fachada lateral, una zona que, según versiones preliminares, presentaba grietas y desprendimientos desde hace varios meses.
Monseñor Salvador García Calderón, quien tiene sus oficinas dentro del recinto, se mostró profundamente consternado y advirtió que no sería la primera vez que se registran incidentes similares. “Se deben refaccionar todas las iglesias de la ciudad. No podemos esperar otra tragedia”, expresó con preocupación.
En tanto, el Arzobispado de Ayacucho dispuso el cierre temporal del templo para realizar una evaluación técnica integral. Equipos de emergencia, junto con personal de Defensa Civil y de la municipalidad provincial, realizan labores de retiro de escombros y verificación estructural para evitar nuevos riesgos.
Transeúntes y comerciantes del lugar señalaron que el deterioro de las fachadas coloniales es evidente y que han solicitado en más de una ocasión que se ejecuten trabajos de conservación.
La iglesia Compañía de Jesús es una joya del periodo virreinal que forma parte de los 33 templos coloniales que distinguen a Ayacucho como la ‘Ciudad de las Iglesias’. Su construcción, iniciada en 1605 y concluida un siglo después, es considerada una de las más bellas del país por su fachada de piedra rosada y sus altares dorados.
El templo no solo representa un valor religioso, sino también cultural y turístico. En su interior se conservan esculturas, lienzos y tallados que narran la historia del mestizaje artístico entre Europa y los Andes. Su caída parcial reaviva el debate sobre la conservación del patrimonio en una ciudad donde la fe, la memoria y la arquitectura conviven a diario.
El arzobispo de Ayacucho, monseñor Salvador Piñeiro, ha recordado en múltiples ocasiones que el mantenimiento de estas estructuras requiere un compromiso conjunto entre autoridades, Iglesia y comunidad. La tragedia de este jueves parece confirmar esa urgencia.
Mientras tanto, la ciudad de Huamanga permanece conmocionada. Los restos de la víctima fueron levantados por la Fiscalía y trasladados a la morgue, mientras los heridos continúan recibiendo atención médica. La PNP mantiene el cerco de seguridad en torno al templo y el tránsito en la zona permanece restringido.
Ayacucho, una de las regiones con mayor riqueza histórica del país, amaneció de luto. La caída de una parte de su patrimonio colonial no solo deja una víctima mortal, sino también una herida profunda en el corazón cultural del Perú.
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