Luego que el pasado 6 de noviembre el Observatorio Vulcanológico del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) advirtiera la formación de un nuevo domo de lava sobre el cráter del volcán Sabancaya, ubicado en Arequipa, dicha institución confirmó la existencia de tal hecho.
Esto fue publicado por el Ingemmet mediante sus redes sociales donde señala que la confirmación se da luego del monitoreo multidisciplinario e imágenes satelitales donde se aprecia el segundo domo de lava al noreste del cráter del volcán con un área aproximada de 12 mil metros cuadrados.
A este segundo domo se le denomina “Iskay” (dos en quechua) por ser el segundo en el actual proceso eruptivo. El domo se evidenció por el incremento de la ocurrencia y energía de explosiones, la persistencia de anomalías térmicas y la visualización de incandescencia en el cráter durante la última semana.
El Ingemmet asegura que ante esto se esperan dos posibles escenarios, el primero es la actividad explosiva moderada, con crecimiento, emplazamiento y destrucción parcial del domo, emisiones de gases, ceniza, proyectiles balísticos, posibles flujos piroclásticos de pequeño volumen y corto alcance.
El segundo es que haya actividad explosiva grande con destrucción total del domo, emisiones de gases, ceniza, proyectiles balísticos y generación de flujos piroclásticos de moderado volumen, que pueden alcanzar algunos kilómetros de distancia.
De estos dos escenarios, el Ingemmet observa al primero como el más probable, debido a los parámetros de monitoreo evaluados y los estudios realizados, respecto a la formación y destrucción del primer domo en el 2019. Agrega que al encontrarse esa zona del país en temporada de lluvias y por la acumulación de ceniza en las proximidades del volcán, se espera la ocurrencia de lahares o huaicos volcánicos por las quebradas situadas cerca al macizo.
El Observatorio Vulcanológico del Ingemmet anunció que se mantendrá alerta en este caso y comunicará oportunamente a las autoridades, instituciones y población de lo que pueda ocurrir mediante actividad o alertas de peligro volcánico.