A cadena perpetua fue sentenciado el minero Digber Álvarez Vera (29) por el delito de feminicidio agravado de su conviviente Marisol Huaraya Roque (27) ocurrido la madrugada del 7 de enero del 2020. Este sujeto golpeó y atacó con desarmador a su víctima tras sostener una discusión, presuntamente, por celos mientras bebían licor en su vivienda del distrito de Quequeña, en Arequipa.
Los magistrados del Juzgado Penal Colegiado de Arequipa consideraron que el crimen se perpetró en un contexto de violencia familiar con gran crueldad en presencia de un menor de edad y cuando el imputado se encontraba bajo los efectos del alcohol. Con esas agravantes decidieron imponer la máxima condena establecida en el Código Penal.
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Según la acusación presentada por el Ministerio Público a través del Primer Despacho de la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Violencia contra la Mujer e Integrantes del Grupo Familiar de Arequipa, el crimen ocurrió el 7 de enero del 2020 alrededor de las 2 de la madrugada durante una fuerte discusión entre el imputado y su conviviente luego que ambos consumieran bebidas alcohólicas en su tienda de abarrotes.
Familiares del homicida al escuchar el escándalo alertaron a la comisaría de Yarabamba, pero Álvarez Vera dijo a los agentes del orden que hubo una discusión con su pareja y ya todo estaba solucionado; sin embargo, el hermano del feminicida al ingresar a la vivienda del imputado notó que todo estaba oscuro preguntándole qué había pasado.
Al encender la luz el acusado tenía la ropa con sangre y la víctima estaba en el suelo ensangrentada a un costado de la cama en la que dormía su pequeño de tres años. Luego de unos minutos volvió a escuchar la presencia policial y ayudó a que los agentes ingresaran a la vivienda de su hermano, a quien aprehendieron.
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La fiscal provincial Yajaida Huamán Escobar sustentó en la acusación que el imputado causó sufrimiento deliberado a la víctima para asesinarla, muriendo desangrada ante las graves lesiones de su cabeza y rostro. El imputado habría actuado con gran crueldad y en presencia de su menor hijo. Las pericias certificaron como causa de muerte shock hipovolémico, rotura de laceraciones vasculares cervicales múltiples, traumatismo cervical severo abierto por herida contuso penetrante por arma blanca (desarmador).
Se conoció que durante la convivencia hubo agresiones físicas y verbales a la víctima, inclusive en el 2019, producto de los golpes perdió a su bebe al tener 2 meses de gestación, siendo intervenida quirúrgicamente por fractura de nariz.
La sentencia se conoció en adelanto de fallo cuya lectura integral será el próximo 27 de agosto. Además, se dispuso el pago de 150 mil soles como reparación civil a favor de los menores hijos de la víctima de 3 y 8 años.
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